La pasada semana he tenido oportunidad de impartir sendas charlas sobre Internet a comerciantes online de Bayonne (sur de Francia) y San Sebastián, de la mano de sus respectivas cámaras de comercio. Todos ellos tienen una preocupación en la cabeza: estar en Google. Es curioso, pero los blogs les empiezan a sonar muy bien como herramienta para posicionarse de la misma forma que siempre han hecho los tenderos: dialogando con sus clientes.En Bayonne hay decenas de pequeños comerciantes que venden por Internet productos ligados al ocio y al turismo: desde camisetas, hasta sales de talasoterapia, pasando por productos típicos de la zona. Su mercado es normalmente el europeo de habla francesa, más amplio que el español y con un índice de uso del comercio electrónico mucho más elevado. Es decir, que venden relativamente mucho.Pero se trata de micro-negocios, normalmente regidos por una sola persona que se encarga de todo: pedidos, almacén, envíos, actualización de la web, atención al cliente, márketing, pagos… Necesitan herramientas sencillas y multi-funcionales. Por eso les encantan los blogs, que les permiten hacer casi de todo salvo el envío del producto final.Se han dado cuenta, además, de que Google es como la calle más concurrida de su ciudad y empiezan a preguntarse cómo adaptar su negocio para que se vea mejor. El blog les encanta también para esto, porque les permite ir generando opinión sobre sus productos, de la misma forma que al comerciante de toda la vida le interesa que en la ciudad se hable bien de su tienda.Ven al blog como una fórmula para que los clientes cuenten experiencias personales positivas e, incluso en algún caso, quejas y sugerencias. Creen que pueden así controlar estos diálogos y utilizarlos para posicionarse mejor y atraer más y más público. Y esto no es más que lo que viene haciendo eBay con las figuras de los “comentarios” y los “vendedores favoritos”.