/¿Debemos auto-censurarnos y dejar de hablar de ETA?

¿Debemos auto-censurarnos y dejar de hablar de ETA?

Una de las propuestas que más he oído en los últimos días a gentes de todos los signos políticos es que la prensa debería dejar de hablar de ETA. Obviamente, un grupo terrorista actúa para "hacer ruido" y, si nadie le hace caso, terminaría por cansarse. Y todo el mundo parece concluir que en la era de Internet esto sería inviable porque habría blogs que sí que tratarían el tema. Pero, ¿y si somos los bloggers los primeros que nos auto-censuramos?

  

Realmente, si los bloggers fuéramos capaces de generar un movimiento para que no se hable de ETA, los medios convencionales recibirían una presión extra para actuar. Y esto no es nuevo. Ya con la familia real es sabido que la prensa tiene un pacto no escrito para no publicar nada negativo. Un acuerdo que, por cierto, sólo se saltan algunos medios online. ¿Tiene sentido, por tanto, que los bloggers impulsemos un movimiento para no hablar de ETA?

Estas son las ventajas que veo:
– ETA vive de los medios y los medios viven en parte de ETA. Este tipo de retroalimentaciones no hacen sino mantener encedida la mecha del terrorismo. Así que ya es hora de ponerle coto. Si no se hace, la sociedad va a terminar cansándose.
– Si ETA no sale en los medios, sus activistas se acabarían aburriendo y tendrían que buscar otras fórmulas para hacer ruido mucho menos radicales.
– Dudo mucho que ETA interese tanto como los periodistas creen. Los medios inflan las noticias de política, cuando la sociedad está mucho más interesada por otras cosas. El éxito de la prensa gratuita en España está muy relacionado con este fenómeno.

Y las desventajas:
– Siempre habría alguien que no respetaría el acuerdo.
– La autocensura podría ser calificada por algunos sectores de la sociedad como un ataque a la libertad de expresión.
– Existe el riesgo de que, si no se les hace caso con los pequeños atentados, los terroristas incrementen el nivel de su "ruido" con acciones que tengan un mayor número de víctimas.