Cuando escribimos algo sobre usos de Twitter obviamos la política, que es ese ejercicio que consiste en debatir sobre la forma de organizarse como sociedad. Y lo cierto es que es un campo en al que esta herramienta está cobrando un merecido protagonismo. La diputada catalana Lourdes Muñoz y el parlamentario vasco Rafael Larreina usan Twitter para retransmitir en directo lo que ocurre en las cámaras legislativas que ambos frecuentan. Un auténtico ejercicio de transparencia de Política 2.0.

En EE.UU. se ha creado una aplicación para compartir experiencias en torno a las elecciones del próximo 5 de noviembre: Twitter Vote Report. El objetivo es detectar problemas para que todo el mundo, y especialmente la prensa, sean conscientes de lo que está ocurriendo. De hecho, ya se empleó la herramienta en la Convención Republicana para dar indicaciones a los asistentes.

La verdad es que una de las experiencias más enriquecedoras que he tenido con Twitter fue durante las últimas elecciones generales españolas. Nos reunimos un grupo de personas que estábamos permanentemente contando lo que vivíamos desde redacciones de periódicos, sedes de partidos políticos o, simplemente, desde casa. Recuerdo que Jaime Estévez nos adelantó los resultados antes de que cerraran los colegios electorales. También la hemos usado en Blogak 2.0 y en Startup 2.0 para retransmitir los eventos.

Pero también hay quien usa Twitter para cosas malas. Ultimamente se ha hablado en la blogosfera norteamericana de posibles utilizaciones de esta herramienta por parte de grupos terroristas. Al parecer, en EE.UU. se ha extendido la sospecha de que Al Qaeda pueda emplear Twitter para poner en contacto a sus grupúsculos o para recopilar información sobre lo que hacen posibles víctimas. De hecho, algún político vasco ya me ha reconocido en privado su miedo a emplear redes sociales en la medida en que ETA pueda emplear esos datos para preparar atentados.