Desde que Telefónica compró Tuenti hace un año, esta red social apenas ha anunciado novedades. Salvando la introducción del operador móvil, sigue ofreciendo prácticamente los mismos servicios. La competencia, personalizada en Facebook, sin embargo, no para de hacer cambios. Así que a Tuenti le urge evolucionar. El problema es decidir hacia dónde.

La expansión latinoamericana sería costosa, larga y compleja, pues Facebook y Orkut (Brasil) son líderes absolutos. Una opción más asequible sería comprar una red social ya presente en esta zona como Sonico. Pero antes de salir al exterior, a Tuenti le urge consolidar un negocio viable en España.
En ese sentido, creo que lo está haciendo bien. Su publicidad es inteligente y los ingresos crecen de manera progresiva. El problema es que se limita a los menores de 25 años, el sector en el que Tuenti es líder absoluto en España (salvo en Cataluña). Sus intentos anteriores de salir de ahí y consolidarse entre los que ya han terminado sus estudios han sido en vano.
Por si fuera poco, algunos datos indican que la red social española podría estar perdiendo tráfico incluso entre los jóvenes. Hoy en día tiene 12 millones de cuentas abiertas pero el volumen de usuarios únicos que acceden a su web ha bajado en el último año. De todas formas, no doy mucha credibilidad a estos datos ya que no tienen en cuenta los accesos vía móvil, que a día de hoy son los que más crecen en Tuenti y en otras redes.
Sea como fuere, éstas son mis sugerencias para Tuenti:
– Fijar un modelo basado en red social de uso masivo por parte de los jóvenes en el que la privacidad y la seguridad sean valores fundamentales. Es más o menos la línea en la que ya están trabajando. Los jóvenes españoles conviven con sus padres y por ello necesitan ámbitos propios. Tuenti lo es.
– Lanzar una red social con otra marca, pero “powered by Tuenti”, para los que tienen más de 25 años. El empleo y los intercambios profesionales serían mucho más importantes en esta red. Atraer al usuario español no sería difícil. Los jóvenes por un lado y los mayores por otro. En el fondo, es la mezcolanza de Facebook la que no tiene sentido. A la larga, ganarán los modelos que separen a unos y otros y no los que hacen un totum revolutum.
– Olvidarse por ahora del negocio de las telecomunicaciones, que no va a hacer más que despistar y está rozando niveles de saturación.
– Convertir a Tuenti en una marca mutiplataforma con presencia en televisión. Tuenti es lo que une a los jóvenes, que siguen viendo la televisión convencional. ¿Qué tal una serie con anécdotas de Tuenti o un informativo para tuenti-adictos?
– Explotar al máximo esa relación con los jóvenes para convertirse en el canal en el que deben estar todas las empresas que quieren dirigir productos a este segmento de edad. Los Tuenti Sitios deberían ser obligatorios para negocios locales, escuelas, universidades, centros de formación y para todo lo que tiene ver con el entretenimiento.
– Abrir la red social a la colaboración con otras entidades, que a la larga van a ayudar a Tuenti a consolidarse como red social de referencia. No es normal, en este sentido, que llegar a acuerdos con Tuenti y usar sus datos públicos sea tan complicado.