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El caso Techcrunch

Si hay un caso en el mundo de blogger que vive de lo que hace ése es Michael Arrington, el autor de Techcrunch, un blog sobre la Web 2.0. Es independiente, sabe más que nadie de lo que escribe y hace lo que le gusta. Y gana mucho mucho dinero, unos 60.000 dólares al mes, según Business 2.0.A veces me recuerda, salvando las distancias, al Mikel Amigot de finales de los noventa. Todo el que hacía algo interesante en Internet en aquella época quería salir ahí y la brújula de Amigot llegó a facturar mucho dinero de portales y otros negocios online.Arrington, que tiene 36 años y ha sido emprendedor antes que blogger, se lo ha montado muy bien. Todos los bloggers de pro le siguen, todas las webs 2.0 quieren aparecer en su bitácora y sus fiestas, pagadas por los fondos de capital-riesgo, son las más concurridas de todo el Silicon Valley. Tiene una media millón y medio de lectores habituales. Y como consecuencia, los anunciantes también se pegan por patrocinar su web.¿Es replicable su modelo en España? Sí y no. Es cierto que un blog cuesta lo mismo (es decir, casi nada) aquí que en EE.UU. Pero la diferencia está en los ingresos. ¿Quién patrocinaría a día de hoy un blog sobre Web 2.0 en España? Teniendo en cuenta que su público raramente superaría los 100.000 usuarios únicos al día, tampoco Google AdSense puede salvarle la vida a nadie.De todas formas, como llevamos un par de años de retraso sobre EE.UU. y contando con que la burbuja 2.0 se mantenga ese tiempo, sí es posible que tengamos un Techcrunch nacional, una especie de Mikel Amigot 2.0. De todas formas, al que se lo quiera plantear, le recomiendo que mire a otros negocios más cutres que en este país siempre han funcionado mejor que en el extranjero. El modelo de PopSugar, un ‘blog rosa’, me parece mucho más aplicable a la realidad española que el de Techcrunch. Y rabia que me da…