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El dinero aprieta a las redes sociales

Creo que este año va a ser el de la monetización de las redes sociales. Facebook ya se ha consolidado, Groupon sale próximamente a Bolsa, Twitter está introduciendo publicidad y Yahoo está cerrando todo aquello que no da pasta. Ha llegado la hora de generar ingresos. Y muchas decisiones no nos van a gustar nada.

¿En qué se parecen Prisa y Yahoo? En que ambas empresas están dispuestas a cerrar servicios tan populares como CNN+ y delicious. El hecho de que una web o una televisión tengan muchos usuarios y estos aprecien su calidad no significa que pueda funcionar. Lo importante no es la audiencia sino la capacidad de generar ingresos. Y ha quedado claro que ni CNN+ ni Delicious han sido capaces de hacerlo.
Digo esto porque, a mi juicio, en 2011 vamos a hablar mucho de monetización. La crisis no permite andarse con bromas y hay muchas redes sociales que no van a tener garantizado su futuro, por mucho éxito que estén teniendo, si no son capaces de generar ingresos.
Hace un año habría dicho que Facebook estaba en esa situación, pero ya no es así. La web de Mark Zuckerberg se ha convertido en mucho más que una simple red social y hoy en día genera importantes ingresos de la intermediación de transacciones económicas entre desarrolladores de juegos y sus usuarios. Zynga, que tiene productos como FarmVille o CityVille, se ha convertido en una mina de oro para Facebook.
También gana dinero con la publicidad, aunque no mucho y con muchas dificultades, ya que la mayor parte de las campañas online son por resultados (clickthrough) y los usuarios de redes sociales tienen la “costumbre” de pinchar poco en los anuncios. Sea como fuere, Facebook ha podido ingresar en 2010 entre 1.200 y 2.000 millones de dólares, que es mucho pero insuficiente para cubrir los costes de ancho de banda y hosting que tiene la empresa, tal y como ha admitido el propio Zuckerberg.
Obviamente, mientras continúe habiendo una elevada especulación en torno a sus títulos y su fundador y principal accionista siga sin necesitar mucho dinero, las cosas van a seguir más o menos igual. Pero hay síntomas de que no va a ser así. Este pasado año Facebook hizo cambios importantes en su política de privacidad que buscaban claramente generar más ingresos publicitarios.
Es cierto que Zuckerberg habla de que sean otros los que generen dinero, con el clásico argumento de que él sólo ha creado una gran plataforma. Pero también admite que el periodo de desarrollo ha llegado a su fin y que ahora lo que toca es crear herramientas para monetizar, aunque sean otros los que lo hagan.
De hecho, veo a Facebook como una especie de banco, un intermediario entre empresas y personas que se queda con importantes comisiones. Actualmente, es el 30% de cada transacción. En todo caso, lo bueno y lo brillante de Zuckerberg es que siempre ha puesto por delante la creación de nuevo valor y que el dinero no le ha cegado a la hora de desarrollar nuevas aplicaciones.
Lo que parece que Facebook no tiene intención de hacer es cobrar a los usuarios, ni siquiera por servicios premium. Y eso que esta partida es la que da sentido a la mayor parte de los medios sociales que son hoy en día rentables, con Linkedin y Flickr como casos más conocidos. A quien sí que creo que terminará cobrando es a las empresas que crean páginas para hacer marketing. Y creo que Twitter hará lo propio.
Al fin y al cabo, esa moda de crear páginas en Facebook no va a durar mucho. No sólo porque los resultados no son los esperados sino también porque las empresas no pueden invertir mucho dinero en un sitio en el que son simples okupas sin contrato y, por tanto, sin derechos ni obligaciones. Para que las corporaciones dediquen más recursos a sus páginas en Facebook, la red social tiene garantizarles que podrán recuperarlos en un periodo determinado y que las condiciones en que lo hacen no van a variar. Eso tiene, claro está, un coste.
Facebook tiene más de 500 millones de usuarios y eso le da un gran poder. Lo que espero que no ocurra es que se transforme en un diablo capaz de maniobras extra-tecnológicas, un camino que sí han seguido otras grandes corporaciones. No me gustaría que las acusaciones de violación de privacidad, que llevaron a algunos gurús a pedir la dimisión de Zuckerberg, se convirtieran con el tiempo en prácticas agresivas frente a empresas al mejor estilo Yelp. Este año nos vamos a jugar muchas cosas.