¿Es más creíble un blogger o un medio de comunicación tradicional? Es la pregunta que le plantean a Eva Domínguez en la revista if (de pago) de Infonomía. Y como casi siempre, no hay una respuesta única. El blogger es más creíble si a lo largo del tiempo ha demostrado que se merece esa reputación. Los medios tradicionales normalmente ya se han ganado ese respeto.Un blogger que lleve un par de años escribiendo sobre un tema es probablemente el medio con mayor credibilidad en cuestiones relacionadas con ese nicho. El usuario le pone día a día en su sitio leyéndole. Por eso el blogger no tiene vacaciones: tiene que demostrar a lo largo de todo el año.Una idea que no se desarrolla en la entrevista pero muy relacionada con esta cuestión es la de la sucesión del blogger. Los periódicos tienen credibilidad como marcas y no tanto por los nombres y apellidos de sus periodistas, lo que le permite ir rotándolos. En el caso del blogger, la marca es él mismo. Pero ¿qué ocurre cuando se va de vacaciones, se cansa o se pone enfermo?La falta de actualización daña la credibilidad del blog e impacienta a sus seguidores. Que se lo pregunten si no a Martín Varsavsky y Enrique Dans, que andan últimamente renqueantes por asuntos familiares y de trabajo. Como consecuencia, su blog se resiente y pierde autoridad y reputación. O cuando menos, deja de ganar puntos.Ahí es donde debe entrar la sucesión del blogger. Para que la credibilidad se mantenga, es fundamental encontrar una fórmula para que un blog pueda pervivir independientemente de las circunstancias personales de su autor. Tienen ventaja las bitácoras colectivas, como Microsiervos o Barrapunto. Pero también los blogs personales que sepan evolucionar para que un equipo de asistentes sea capaz de reemplazar miméticamente al autor que da marca a la bitácora.