Recién regresado de París, trato de ordenar papeles, tarjetas y CDs de regalo (la mayoría, por cierto, han acabado en la papelera). Y me dispongo a escribir mi primer post, un complejo intento de condensar en una frase lo que ha sido Les Blogs 2.0. Y sorprendentemente, creo que lo he conseguido con este singular título: “La bella y la bestia”.La bella por Anina, la blogger-modelo (¿qué va primero?) que se paseó por la sala de conferencias (no la vi en la fiesta nocturna, así que no pude aprovechar el poder del ponche para conocerla mejor) despertando admiraciones. Al que no pudo despertar es a la bestia, Marc Canter, que pasará a la historia tanto por fundar Macromind (Macromedia) como por la pedazo siesta que se metió el primer día a eso de las tres de la tarde (hora española).La bella, coqueta pero cercana (al menos, no nos cobró por hacerle fotos), y la bestia, simpática pero inoportuna. Y lo mejor de todo es que, después de preparar el título de este artículo, entré en el blog de Anina y vi que los dos habían quedado para cenar. La bella y la bestia compartiendo mantel y velas…Volviendo a lo que íbamos, creo que los dos sintetizan de forma perfecta lo que ha sido esta ‘convención’ de bloggers. La blogosfera ha sido hasta ahora un espacio un tanto sectarizado en el que pululábamos personas con un eminente interés por la tecnología. Mar Canter, con su aspecto de ‘geek’, es el mejor exponente de este tipo de blogger, el que bloguea porque casi no sabe hacer otra cosa ;-)De estos allí había/estábamos muchos, armados con su portátil, su cámara y sus ilusiones tecnológicas. Pero en Les Blogs 2.0 ha empezado a asomar la cabeza una nueva generación de bloggers sin ningún interés por los trastos y atraídos por las posibilidades de comunicación de esta herramienta. Como dijo Robert Scoble, el bloguero de Microsoft, personas como Anina, la “bloguera de la moda” (“the fashion blogger”, dijo él) van a empezar a protagonizar la blogosfera a partir de ahora.Anina no tiene ni un pelo de geek y sí tiene todo el aspecto de super-model. No llevaba ni portátil ni cámara, aunque dice que sí suele usar su móvil para hacer fotos durante las pasarelas y después las envía directamente al blog desde su celular. Obviamente, para eso no necesita un ordenador.Y esto debería hacernos pensar a todos, porque su ejemplo puede ser seguido por el español medio, que lleva un móvil en su bolsillo pero no sabe usar el PC para algo que no sea buscar en Google. Ya me imagino a mi padre o mi madre contando en su blog los últimos acontecimientos del barrio a través de fotos de las hojas que no ha recogido el barrendero o los restos del último botellón del parque. Eso sí, antes hará falta que Varsavsky consiga rebajar las tarifas de los MMS.