Varsavsky relataba hace unos días sus dificultades para animar a sus estudiantes de MBA a poner en marcha empresas en este momento, aunque después matizaba que hoy es mucho más sencillo hacerlo sin apenas financiación. La pregunta obvia es si todavía hace falta capital-riesgo para poner en marcha un proyecto de Internet.

Y la respuesta no es única. Por una parte, sí es cierto que el software libre, el marketing viral, la Web 2.0 y la famosa "nube" han simplificado enormemente la creación y consolidación de proyectos en la Red. Hoy se puede llegar a mucha gente con poco dinero. De ahí que ya haya incluso quien habla de Recesión 2.0, como dando a entender que muchas personas que pierdan su trabajo podrán crear sus propias empresas para sobrevivir.

Por otra parte, el capital-riesgo sigue siendo un mecanismo fundamental para "acelerar" un negocio en sus primeras etapas. Esto no deja de ser, en el fondo, una fórmula para vencer a la competencia mucho más rápido, creciendo con servicios gratuitos que con el tiempo se podrán rentabilizar. Yo creo que seguirá habiendo capital-riesgo, pero quizás sólo para proyectos más maduros y, por tanto, más seguros.

Por cierto, todo esto viene también a cuenta del caso Mobuzz, una empresa que tenía en su origen una buena financiación pero que no ha podido consolidarse. El capital-riesgo va a huir de este tipo de proyectos, por sus elevadas posibilidades de fracaso y porque es fácilmente replicable por emprendedores que reúnen talento y que están dispuestos a aguantar con pocos medios en las primeras etapas. En este sentido, LaComuna.tv, creada por antiguos empleados de Mobuzz, dará mucho que hablar.