Es sabido que en Alianzo nos encantan webs como Digg, Menéame, Fresqui, Negóciame o el recienteAupatu (o ¡Aupa tú!), que hemos puesto en marcha para la televisión vasca. Son los auténticos periódicos 2.0, que cubren ese distanciamiento clásico entre profesionales (los periodistas) y amateurs (los internautas a los que les gusta la información). Pero no todo es positivo en estas webs. Hay cosas que me siguen sin convencer.

1. Que no se sabe quién vota negativo. Esto va contra la transparencia y, a mi juicio, es uno de los principales argumentos utilizados por los críticos de Menéame y, sobre todo, de Digg.

2. La ordenación sigue teniendo mucho de cronológica, pese a la influencia del voto de los usuarios. Es cierto que las noticias más votadas acaban en portada, pero su distribución en la misma no tiene mucho sentido mientras sea puramente cronológica.

3. Cada día hay más intentos de fraude. Se habla de los karma whores (compra/venta de karma) y de los robots que votan a ciertas noticias con el fin de captar karma y luego obedecer a las órdenes de una empresa dedicada a las relaciones públicas 2.0. Me consta que esto es lo que más preocupa a gente como Ricardo Galli y contra lo que más medidas se han dispuesto.

4. El sesgo de la información de muchas de estas webs. Esto puede ser positivo, en cuanto refleja el parecer de los seguidores de una web. Pero a mi juicio no lo es. Menéame, por ejemplo, sigue teniendo un componente tecnológico muy importante, aunque se ha moderado. Esto aleja a otros usuarios o, cuando menos, les hace sentir que no están en "su comunidad".

5. La sensación de manipulación que se le queda a uno después de tratar de menear muchas noticias que son rápìdamente rechazadas por razones poco convincentes. Esto coarta la transparencia y está muy relacionado con el punto 1. Creo que estas webs deberían trabajar mucho más en la justificación de los rechazos. En caso contrario, se terminará desmotivando a los meneadores que menos éxito tengan (que cada día son más).

6. Hay muchas noticias muy interesantes que nunca saldrán en portada de estas webs, al carecer de espectacularidad y morbo.

Conclusión: cada día tengo más claro que el medio de comunicación del futuro debe mezclar criterios editoriales (profesionales) con otros más 2.0. Algo así como lo que hacía Wikipedia con su lista privada de editorialistas, aunque con mucha más transparencia. Dicho de otra forma: creo que Menéame debe tener un comité editorial y un defensor del meneador encargados de garantizar que ciertas noticias alcancen la portada y permanezcan en ella y que los usuarios tengan alguien a quien recurrir. De otra forma, Menéame nunca sustituirá a El País o ABC.