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Los costes ocultos de una startup

Cuando montas una empresa hay muchos gastos que no tienes en cuenta hasta que no llegan. Son los costes ocultos que te van a generar malos ratos y que, en algunos casos, pueden llegar a jugarte malas pasadas, financieramente hablando.

  

Veamos algunos de ellos:
– La Seguridad Social. Poca gente sabe que por cada 3 euros que pagas a un empleado, debes abonar otro más a la Seguridad Social. Cuando trabajas por cuenta ajena, no eres muy consciente. Pero cuando montas una startup es muy doloroso ver el facturón que te llega todos los meses para mantener la Sanidad, las pensiones y el paro. Muchas veces pienso que esto debería venir de los impuestos y no tanto de las empresas, porque al final nos hace mucho menos competitivos sin que el empleado lo valore realmente.

– Los seguros. ¿A que no sabes que hay que asegurar un local? Yo no tenía ni idea. Vale, es poco dinero, pero tacita a tacita…

– El Registro Mercantil y los notarios. Todos sabemos que hay que cotizar cuando creas una startup. El notario y el Registro Mercantil tienen que vivir de algo. Pero menos sabido es que luego, cada año, tienes que volver a pasar por sus oficinas para legalizar (creo que lo llaman protocolizar) las cuentas anuales. Y te la vuelven a clavar.

– La asesoría. ¿A que nunca has hecho una nómina? Pues tampoco intentes aprender a hacerlo. Es muy complejo. Y lo dice un licenciado en derecho. La contabilidad es algo más sencilla, pero tampoco te recomiendo hacerla. Para eso existe una tupida red de gestorías y asesorías que, por unos euracos, te arreglan estos papeles mes a mes. Eso sí, no esperes que su ayuda vaya mucho más lejos. Lo digo porque a veces hay problemas jurídicos y eso va aparte.

– Backups. Recuerda hacer copias de seguridad de todo. Así no te acordarás tanto de Murphy. Pero claro, los backups cuestan. Y puede ser una factura importante si no lo gestionas bien. Nosotros, por cierto, tenemos la oficina llena de discos duros y todos los servidores los tenemos duplicados. Las sorpresas es mejor evitarlas.

– UPS. Hay dos cosas que todas las empresas de Internet necesitamos: Internet y electricidad. Y a veces fallan. ¿Qué haces en ese momento? Una vez nos fuimos todos a casa. Eramos un par de amigos. En una empresa de diez personas esto no tiene sentido. Para evitarlo existen unos aparatos que se llaman UPS y que mantienen la energía en caso de cortes.

– Segunda línea de Internet. Eso es imprescindible, aunque últimamente sé de mucha gente que lo gestiona con la línea de datos de su operador móvil. Nosotros, después de haber sufrido dos cortes de varios días de duración por parte de Ya.com, tenemos ahora dos líneas: una de ADSL y otra de cable. No nos podemos permitir un corte de Internet y lo malo es que, cuando se produce, no se arregla en un par de horas. En una ocasión estuvimos semana y media sin conexión.

– Averías. Los ordenadores se estropean, las sillas se rompen y qué más cosas te puedo contar. Intenta evitar las sorpresas. Esa es la clave. Ten sillas y un ordenador de repuesto. Seguro que una vez al año tienes que recurrir a él.

– Limpieza. Otro coste del que no somos conscientes hasta que notamos que en las mesas hay mucho polvo o que las pelusas vagan alegremente por la oficina.

– Bajas y vacaciones. El emprendedor nunca se pone enfermo y apenas coge días libres. Pero sus empleados son otro cantar. Por eso, si has previsto tener 5 empleados, seguramente necesites medio más. La plantilla es joven, sí, pero ahí están el solcito de verano y los moquitos del invierno para sacar a la gente de la oficina.