Acabamos de descubrir que el ‘toothing‘, una supuesta fórmula para ligotear mediante móviles con bluetooth, no era más que una invención engañosa (lo que en Internet se conoce como ‘hoax’). El responsable, un tal Ste Curran, ha confesado su fechoría, con lo que deja una vez más en evidencia a los medios y a los propios blogs y foros de la Red. O al menos, eso parece 😉
Lo que periódicos como El Mundo describieron como «una nueva moda que va ganando adeptos» consistía en dejar abierto el móvil esperando que apareciera otra persona del sexo contrario dispuesta a mantener relaciones íntimas en ese mismo momento. Si sucedía, un simple intercambio de mensajes permitía quedar inmediatamente en el baño del bar o en el lugar que se precie. Técnicamente, podía funcionar, pero el propio autor cree que «es imposible que ocurra».
Todo comenzó cuando al travieso muchacho se le ocurrió registrar un foro y un blog con otro amiguete y empezar a llenarlos de mensajes con identidades falsas. «En una semana conseguimos generar toda una comunidad de fans del toothing», recuerda en su confesión. Para darla a conocer, sólo bastó enviar un mensaje a un blog, en este caso Gizmodo. Y a partir de ahí, el bulo-meme se empezó a extender por la Red a base de links y copy-pastes.
Lo más divertido del asunto es que, a partir de ahí, empezaron a aparecer personas reales que llegaron incluso a crear foros locales para Suecia, Dinamarca e Italia. El Mundo llegó a hablar de kedadas en la FNAC y en bibliotecas y citó a una pareja que supuestamente había obtenido sexo por esta vía en una calle madrileña. El Correo también cayó en la trampa.
Pero los dos diario hispanos no fueron los únicos estafados. El propio autor del toothing recuerda cómo tuvo que inventarse toda una página de aventuras sexuales para sendas entrevistas en Penthouse y The Telegraph. Incluso una amiga suya se hizo pasar por ‘toother’ para atender a una periodista de la revista femenina Vogue.
Además de arremeter contra medios como BBC o Reuters, que se tragaron el hoax, en Slashdot hay interesantes debates técnicos sobre el bluetooth y las clásicas conjeturas sobre las empresas de marketing y sus poderosas habilidades.
En este artículo de Wired (de marzo de 2004), uno de los más enlazados de la WWW, han tenido que añadir un texto adicional:
«Esta historia es un hoax. Docenas de medios de comunicación, incluido Wired News, fueron engañados por una serie de embaucadores que aseguraban que eran practicantes de ‘toothing'».
Wired reconoce que las entrevistas las hicieron por email a usuarios del foro que se menciona. Pero claro, los usuarios estaban también compinchados para extender el bulo.
La verdad que se trata de una historia realmente buena.
Pues si necesitan alguna identidad falsa más que se pasen por mi blog: tengo a unos cuantos psicópatas en nómina.
Buenas Jose, como autor del articulo en El Mundo sobre el toothing quiero ir más allá. Este caso es de los pocos que conozco en que la ficcion se convierte en realidad.
Efectivamente, la cosa me olia a hoax. Bastaba leer la explicación que hacía Ste Curran de como funcionaba el bluetoothing para ver que no tenia ni idea.
-Pero el problema es que técnicamente se puede hacer toothing, una versión sex del bluejacking.
-Pero es que el problema es que en España ya hay varios locales que intentan (sin mucho éxito) servir de punto de reunión de los toothers. El dueño de un pub de Alcorcón es un fan aunque de ligar nada de nada. Un londinense afincado en marbella, se me lamentaba de que en España no son como allá. Y el ex socio de una cafeteria mallorquina sigue buscando chicas movil en mano.
– Pero es que el problema es que conozco cuatro casos de chicos gays que lo han práticado. Solo incluí dos en el Ariadna, y en la segunda página, por no dar alas a algunos homofóbicos. En la web http://www.bakala.org (ojo, puede herir algunas pacatas sensibilidades) es difícil pero no imposible encontrar toothers practicantes.
– Pero es que el problema es que hay dos empresas francesas, Kangourouge y mobiluck, que han simplificado y enriquecido esto del toothing.
A diferencia de otros articulos anteriores, no me limite a reproducir la historia de este listillo en la BBC. Tomé la idea y me puse a ver que había en España.
Lo increible de esto es que algo que es falso se convierte en verdadero. Una broma de un tipejo tiene eco en la prensa, algunos avispados lo leen y encuentran nuevas posibilidades tecnológicas y de negocio et voilà: se crea un fenómeno real, minoritario, pero real.
Eso si, como vea al tipo este por la calle, le curro.