Una de las cosas que más me impresionó en Kinnernet fue la adicción que profesan todos los yanquis hacia su blackberry. Y aquí no tardará en llegar. Creo que este aparato ha conseguido extender el SMS y el messenger juvenil a todas las edades, de tal forma que la participación en redes sociales sea algo abierto a cualquiera.
Me impresionó ver a ejecutivos (y sobre todo, ejecutivas) curioseando sus mensajes en cualquier situación y hora. Algunos eran de trabajo, claro está, y otros eran de amistades. Lo interesante es que esa costumbre de interrumpir constantemente cualquier actividad se empieza a extender más allá de la generación Youtube (la que en su momento se conoció como generación Nintendo).
Creo que el éxito de Twitter está muy relacionado con este fenómeno, que no es otra cosa que la disponibilidad ‘ubicua’ de Internet. Estamos claramente ante un nuevo aparato que acaba con las vacaciones de cualquier ejecutivo pero que al mismo tiempo es capaz de mantenernos permanentemente en contacto con nuestra red social.
Y todo esto me resulta muy curioso, porque pese a toda la literatura que se ha escrito en torno a las posibilidades de los móviles para ir más allá del mensajito y la voz, nadie parecía haberse percatado de que el veradero problema era el tamaño del teclado. Es cierto que la blackberry tiene una pantalla ligeramente más grande, pero sobre todo tiene un botón para cada letra. ¡Y esto sí que es mucho mejor que un móvil!
Así que ya estoy convencido de que las redes sociales van a penetrar todas nuestras actividades. Organizar quedadas por twitter será sencillísimo a nada que todos nuestros amigos tengan blackberry. Por no hablar de la mejora en la relación de las familias, que estarán permanentemente conectadas aunque un miembro esté de viaje. Por no hablar de los retos para los publicistas… y para los fabricantes de pantalones.
Totalmente en desacuerdo.
El BB tiene éxito en USA entre ejecutivos, a quienes su empresa les paga el teléfono y las comunicaciones. Ni siquiera funciona en USA entre particulares.
Pero el futuro pasa por los jóvenes, los de 10 a 20, y no conozco a ninguno que use un BB. Sin embargo, veo a todos adictos a teléfonos con cámara personalizables, SMS y puede que a otros servicios GPRS. Pero no a un BB con tamaño de cafetera y un aspecto anti-cool que mata.
Yo no soy ejecutivo, pero mi empresa me paga una BlackBerry, porque tengo que estar accesible y contestar al correo en cualquier momento (de lunes a viernes). Yo twitteo desde la BlackBerry, vía GTalk y me mantengo en contacto con el trabajo cuando viajo (que es muy a menudo).
El problema es que parece que SIEMPRE tienes que estar trabajando, porque SIEMPRE puedes leer el último correo, que casualmente te enmarrona, aunque sea un sábado a las 7 de la tarde.
Ozelin tiene en parte razón. Lo de las vacaciones perdidas ya lo damos en algunos ambientes por hecho, pero otra cosa será la generalización del tema. ¿Cuántos problemas familiares se pueden crear por no desconectar? Cuando un cliente se acostumbra a tenerte a su disposición 24/7, ¿aceptará un «el lunes por la mañana lo arreglo? Puede que se baje demasiado el listón en el soporte, haciendo urgente cosas que pueden esperar unos días.
De las adicciones personales a la conexión permanente no hablo. NO sé gran cosa de eso porque no he visto estudio serios sobre el tema…
Bueno pero esto es vender un teclado, como la revolución de la informatica y de las telecomunicaciones es puro merchan. Esto fue como la pal en Europa no cautivo por que hay que ser competitivo en cuanto a tecnologias.
Me declaro aferrimo luchador contra MS Windows, pero no se puede vender un dispositivo sin wifi y casi obligado que tenga 3g a estas alturas…..
Navegar por interner con gprs, a donde ………