Ayer llegué de Grecia, donde he pasado tres días geniales en una "desconferencia" organizada por WPP al estilo de los famosos Foocamp de O’Reilly. El organizador reunía a unos 70 empleados de su compañía procedentes de todos los rincones del mundo con unos 120 "geeks" que se supone que podíamos ayudarles a percibir mejor los efectos de la "revolución digital".
Es el segundo evento de este tipo al que voy. El anterior fue Kinnernet en Israel. Y cada día me gustan más. La idea es generar muchas relaciones y conversaciones entre los asistentes para ampliar conocimientos y posibilidades de colaborar. Para ello, nos encierran (mujeres/maridos prohibidos) en un hotel durante tres días y tenemos que organizarnos a base de pequeñas charlas en las que cualquiera puede ser el moderador.
Yo mismo monté una sobre medición de la blogosfera, con bastante asistencia, por cierto. Además, hay una zona de videojuegos con pantallas gigantes y se organizan un par de fiestas nocturnas. Todos los ratos libres son para hacer networking y hablar de Web 2.0 o de lo que se precie, que es en el fondo lo que más me atrae. No había más que otra hispana, así que he acabado un poco reventado de tanto hablar inglés.
Esta vez había una novedad respecto a Kinnernet. WPP, la mega-corporación que organizaba Stream 2007, puso ciertas restricciones a lo que se podía bloguear. Vamos, que había unas normas de confidencialidad y una blogging policy que me han obligado a pedir permiso antes de poder escribir cosas en las que cito comentarios que se hicieron en el evento. Por defecto, se supone que todo el evento era "off the record", lo que me sorprendió bastante, por lo inhabitual.
Y no me extraña, porque había múltiples gurús sueltos. El primer día me llamó la atención una señora de cierta edad que me sonaba de alguna revista. Resultó ser Esther Dyson. A título anecdótico, decir que iba descalza. Más tarde, me puse a hablar con un tipo que llevaba un ordenador como el mío y que me pareció el tío más crítico que jamás haya conocido. Este era Andrew Keen, el autor del Cult of the Amateur, que se ha hecho famoso poniendo a parir a la Web 2.0.
También pululaban por allí Hubert Burda, una especie de Polanco en versión alemana; el director general de Habbo, Timo Soininen; Eyal Hertzog, fundador de Metacafe; Alex St. John, creador del ActiveX de Microsoft; el presidente de Technorati, Peter Hirshberg; o la videpresidenta de Google, Marissa Mayer. Lo más sorprendente de esta gente es que se vienen desde California (casi un día de viaje) y se vuelven tres días después.
Por cierto, los organizadores, la empresa WPP, es muy poco conocida como tal, pero es propietaria de firmas como Bassat Ogilvy, Burson Marsteller, Hill&Knowlton, Grey, 24/7 Real Media, Young and Rubicam. Además, son accionistas importantes de La Sexta a través de Mediapro.
En el blog en inglés de Alianzo he escrito algunas conclusiones sobre el evento.
Ya ves, un gran grupo de comunicación tiene participación en una productora. Ya te dice un poco por donde van los tiros…
Dame alguna pista, Alvaro, no seas malo 😉