Estos días estamos retocando el ránking para dividir a los elementos que se clasifican entre marcas y personas, dado que no se puede tratar de igual manera a ambos. Pero nos surge una gran duda: ¿una persona con muchos seguidores en Twitter o Facebook es también una marca? ¿Un blogger con muchos lectores se ha convertido en marca?
Estas son algunas de las razones por las que creemos que hay que dividir a las personas entre «normales» y «celebridades»:
– Hay muchos bloggers que cobran por escribir. A veces lo hacen con un sueldo más o menos fijo y otra recibiendo directamente una remuneración directamente de una marca. En el mundo de la moda es especialmente fuerte, como bien saben mis amigos (y socios) de Chicisimo.
– Muchos bloggers se han hecho tal nombre que son entrevistados en medios de comunicación con cierta frecuencia. Como las celebridades.
– Con la generalización del vídeo, hay muchos bloggers (en este caso, videobloggers) que se han convertido en auténticos fenómenos mediáticos, equiparables a famosos de la televisión. Es el caso de Ginatonic o de Isasaweis.
– En EE.UU. ya hay bloggers que salen en anuncios televisivos de algunas marcas. Ha ocurrido ya con los que escriben sobre paternidad, sobre tendencias o sobre estilo de vida (moda y más cosas).
– Si los estudios no paran de confirmar que mucha gente compra productos a partir de recomendaciones en blogs o redes sociales, es evidente que el que tiene mayor influencia en estos medios se ha convertido en sí mismo en marca con poder para influir en transacciones económicas. El éxito de la red social Pinterest está consolidando este fenómeno.
Jajaja, debo seguir siendo «normal» casi cinco años después… si un blogger puede ser considerado normal.