Varios medios norteamericanos citan a Facebook y especialmente a Twitter como los auténticos responsables de la victoria de Donald Trump. Y no precisamente porque estas empresas hayan apoyado formalmente al futuro presidente de EE.UU., sino porque se han convertido en trampolines esenciales de su campaña, que apenas ha tenido respaldo en los medios convencionales pero sí en los sociales. El hecho de que Twitter subiera con fuerza en Bolsa (+5%) tras el triunfo de Trump parece respaldar esta visión.
Estos son los argumentos a favor de esta tesis:
– Hillary Clinton, al igual que Obama en 2008 y 2012, hizo una apuesta muy seria por la tecnología, pero se centró en las donaciones y en el big data para apoyar a los activistas de su campaña. Trump prácticamente no hizo nada en Internet, salvo comunicar constantemente a través de su cuenta de Twitter. Y es ahí donde ha demostrado un dominio absoluto del medio para contar mucho con pocos caracteres. Sus mensajes han tenido en Twitter un eco tremendo, empezando por sus 14 millones de seguidores. A partir de hoy es cierto que se va a estudiar a fondo la capacidad de esta red social como altavoz de comunicación política.
– Una gran parte de la población ya no utiliza los medios convencionales y se nutre exclusivamente de las redes sociales para estar al día. Es evidente que la información que reciben está filtrada por los amigos que siguen en Twitter o por los algoritmos de Facebook, que ponen unas noticias u otras en la portada personalizada de cada usuario en función de un sinfín de criterios no revelados. Me temo que Trump ha sido mucho más cuco a la hora de saber utilizar estas redes a su favor. Dicho de otra manera: hoy es mucho más fácil ganar unas elecciones sin contar con los poderes fácticos y esto ha ido evidentemente en contra de Clinton y a favor del «disrupter».
1/2 I believe social media has had a major impact on us… we read Facebook & twitter rather than NY Times, Newsweek, Time… rather than
— Stephanie J. Block (@StephanieJBlock) 9 de noviembre de 2016
– Se ha sabido ahora que los activistas de Clinton (probablemente también los de Trump) se organizaban a través de un grupo secreto de Facebook que llegó a tener varios millones de miembros. Como medio de gestión asamblearia, las redes han demostrado tener un enorme potencial. Quizás la organización de Clinton fue buena, pero no supieron comunicarlo externamente.
I know it's complicated but I can't avoid the conclusion that Facebook played a huge role in this, in Brexit.
— Nat Friedman (@natfriedman) 9 de noviembre de 2016
