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Los wikis han muerto

Hace dos años un servidor veía en los wikis una herramienta con un enorme potencial para la empresa. Por aquel entonces empezaban a repuntar programas como Sharepoint o Socialtext, que trataban de llevar el concepto ‘wiki’ a compañías y organizaciones en general. Sin embargo, los wikis siguen sin pegar el salto, al margen de la Wikipedia. ¿Por qué?

  

Fundamentalmente, porque han aparecido una serie de herramientas mucho más fáciles de usar y potentes que desarrollan todo el potencial del wiki. La más conocida es Google Docs (en general, Google Apps), pero hay otras de diversos fabricantes.

Todas ellas incorporan a herramientas de edición de textos las ventajas del wiki: control de versiones, publicación inmediata en web, cambios en tiempo real, compartición de escritorio entre varios usuarios o enlaces entre documentos. Y añaden bastantes ventajas: paneles mucho más usables que los de los wikis, control de la privacidad de los documentos en manos del usuario o integración de varias herramientas desde un mismo punto (documentos, presentaciones y hoja de cálculo, en el caso de Google).

La pregunta que hay que hacerse es, por tanto, si los wikis han muerto. A mi juicio, no del todo. Su papel ha cambiado y se va a limitar a soportar aplicaciones personalizadas de grandes organizaciones que sí pueden "permitirse" el lujo de mantener una plataforma propia de wikis en lugar de utilizar las que "alquilan" Google y el resto de proveedores.

Los wikis han jugado un papel formidable a la hora de dar a conocer las posibilidades de las herramientas sociales y despertar una necesidad latente de socializar la edición de documentos. Los programadores de algunas empresas fueron los primeros en instalar wikis en sus servidores para pequeños proyectos que, poco a poco, se iban extendiendo en sus organizaciones. Y a medida que otras personas veían con sus propios ojos las ventajas de esta herramienta, se iban convirtiendo en fans y la empezaban a emplear para otro tipo de cosas.

Los expertos suelen citar casi siempre los mismos ejemplos: Disney, donde se emplean los wikis a la hora de crear películas; Nokia, donde los utilizan los técnicos para gestionar la documentación de algunos proyectos; o el banco de inversión Dresdner Kleinwort, que los emplea para almacenar información bursátil. Muchas empresas han construido su intranet con la ayuda de un wiki. La gestión del conocimiento, una palabrota que llevaba años coleando, ha dispuesto por fin de una herramienta realmente popular y fácil de usar.