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La lección que todo el mundo debe sacar de LeWeb3

Digo de antemano que LeWeb3 me ha parecido un evento genialmente organizado y con una participación impresionante. Además, desde Alianzo promovimos este mismo año una jornada, Blogak 2.0, directamente inspirada en la conferencia de París y que pretendemos repetir este año. Pero la organización también ha cometido errores que nos deben servir para aprender algunas cosas.

Creo que éstas son las lecciones que podemos extraer y que tienen aplicación directa en todo aquello que aspire a apellidarse 2.0:
1. No puedes quedarte para ti mismo un producto o servicio con éxito. Hay que compartirlo, precisamente para que se haga más rico y perdure. Esto que hoy en día algunos llaman responsabilidad social corporativa va a ser uno de los grandes retos de todas las organizaciones que quieran sobrevivir al futuro.
2. No puedes obviar el hecho de que ahora la gente tiene voz para hacer mucho bien pero también para hacer daño y, además, a nivel mundial. Los medios sociales pueden ser muy positivos (véase su poder viral), pero también muy negativos (véanse los casos de Ikea, Air Europa, etc., y ahora también el de LeWeb3).
3. Un pequeño blog puede ser como al blogger que lo hace le dé la gana. Pero si crece y quiere mantener su audiencia, debe respetarla. Tengo grabada la frase que me soltó un conocido blogger español después de que le llamara la atención por hacerme perder el tiempo con una broma en el día de los santos inocentes de EE.UU. (el April’s fool): «Es mi blog». Mi respuesta: «Lo siento, tu blog ya no es sólo tuyo, sino también de tu audiencia».
4. Los políticos tienen que evolucionar, casi tanto o más que los medios convencionales. La prensa está muerta, gritaba Loic Lemeur. Pero mucho me temo que la política está en fase terminal, a no ser que madure hacia una mayor participación. Si Sarkozy quería ser un ejemplo de Político 2.0 me temo que va a tener que retirarse antes de tiempo.
5. Si hubiese habido backchannel (una de las cosas que más me gustaron de las que hicimos en Blogak 2.0), Loic podría haber detectado a tiempo que a la mayor parte de los presentes no les apetecía escuchar a los políticos. Loic se rodeó de sus incondicionales, cuyos aplausos probablemente le impidieron ven la que se le podía venir encima.
6. En esta rara época que estamos viviendo, cuando parece que lo más importante es generar enlaces que mejoren el posicionamiento en Google, hay que admitir que con toda esta polémica, sus protagonistas han conseguido que se hable de ellos. No sé si es parte de una campaña viral, pero si lo fuera, habría demostrado que incluso puede ser bueno que hablen mal de ti. Esto último, por cierto, me lo soltó un día Gabriel Aldmiz-echevarría, de MyStrands.
Advertencia: Yo también soy amigo de Loic Lemeur, pero no por eso he moderado mis comentarios sobre LeWeb3.