De crío me encantaban las piezas de Lego. Pero eran tan caras, que me tuve que conformar con dibujar países en hojas de papel. Los niños de ahora lo tienen mucho más fácil. Con un ordenador conectado a Internet pueden crear sus propias ciudades, con castillos, parques, personas, etc.No hablo sólo de Second Life, que por ahora es poco apropiado para menores de 18 años, sino de City Creator, una aplicación web que te permite generar mundos virtuales sin necesidad de instalar un programa. Se basa en Ajax y en fondos y piezas de diverso tipo que puedes insertar en una especie de pizarra.Cuando has terminado de construir tu ciudad, puedes convertirla en página web y compartirla con quien quieras. Funciona de la misma forma que las webs de Office 2.0 que está montando Google. Y estoy seguro de que va a desarrollar mucho la imaginación a todos aquellos que, aplicando el famoso pensamiento lateral, sean capaces de concebir productos basados en piezas que se desplazan por la pantalla.Eso sí, le falta algo de vida. Es decir, gente que realmente se mueva y actúe en la ciudad. Esto es lo que incorpora Second Life y, sobre todo, la comunidad que está detrás. Y es que ¿de qué sirve una ciudad sin que la gente realmente viva en ella?