Esta semana Adobe ha dado a conocer su intención de lanzar una versión light de Photoshop gratuita y por Internet, compitiendo con alternativas ya existentes como Fauxto o Snipshot. Es algo parecido a lo que Google está haciendo con las aplicaciones tipo Office. ¿Tiene sentido esta moda?

A mi juicio, sí, aunque todavía les faltan un par de años a todas estas aplicaciones. Sus principales ventajas son, además del precio, la simplicidad (no requiere instalaciones en el ordenador) y las posibilidades de colaboración con otros usuarios que trabajen sobre el mismo fichero.

Sus desventajas son fundamentalmente de tipo psicológico: la pérdida de control del documento. Parece una tontería, pero no lo es. Creo que la generación actual de usuarios de informática estamos acostumbrados a manejar ficheros almacenados en nuestro ordenador.

Técnicamente no hay problemas en empezar a ejecutarlos vía web, pero en la práctica esto no es fácil. Habrá muchas resistencias. Las mismas que muchos tenemos a pasarnos exclusivamente a Gmail, Live Mail o Yahoo Mail. Por más espacio que nos regalen, dejar de usar Outlook (o Thunderbird) parece un paso muy grande que tardará muchos años en imponerse. Google lo sabe perfectamente. Hasta el punto de que el correo de Gmail se puede leer desde la mayor parte de los programas de e-mail.