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Flipo con las consultoras de mercado

Las consultoras de mercado me siguen sorprendiendo. Cual adivinos, se dedican a hacer previsiones de diverso pelaje basándose exclusivamente en entrevistas con una serie de expertos que casi siempre están interesados en ofrecer una visión muy optimista de las cosas. No se puede entender de otra forma que Datamonitor acabe de firmar un estudio en el que asegura que "las redes sociales seguirán creciendo con fuerza al menos hasta 2009" o que "el crecimiento de las webs sociales debería empezar a frenarse en 2012".

  

Incluso se atreven a prever cifras de facturación: 687 millones de euros para finales de 2007 y 1.700 millones (casi tres veces más) para 2012. Lo triste es que estas cifras empezarán a circular masivamente en todo tipo de informes y planes de negocio. Y de seguido habrá fondos y capitalistas dispuestos a invertir dinero en un negocio tan próspero.

Lamentando mucho ser un tanto aguafiestas, creo que conviene recordar a todo el mundo lo que ocurrió hace apenas seis años. Las previsiones eran entonces fabulosísimas y los planes de negocio estaban llenos de cifras de este tipo. El burbujeo, del que se aprovechan los que hacen estudios de mercado y los que asesoran en base a ellos, empieza a ser exagerado.

La Web 2.0 está aquí para quedarse. Pero su crecimiento va a ser mucho más lento. Y si no es así, mal asunto, porque entonces tendremos un nuevo batacazo. El 80% de las redes sociales que se están creando estos días no van a ir a ningún sitio. Lo importante, como en todo sector económico, es hacer las cosas con meticulosidad y profesionalidad. Pensar a largo plazo y tratar de anticiparse a los acontecimientos.

Si sigue esa consigna, el que apueste por las redes sociales no se va a equivocar. Pero el que, invadido del optimismo interesado de las consultoras, se lance a la piscina sin casco corre el riesgo de pegarse un buen batacazo. La Web 2.0 no es un filón de oro que hay que explotar a toda velocidad, sino una forma distinta de hacer las cosas.

Lo importante es dejar que este espíritu nos penetre y nos ayude a transformar negocios preexistentes. Pero es absolutamente imposible que una red social sea por sí misma un negocio. Hay que mantener los pies en la tierra y recordar que las webs sociales ayudan a fidelizar y a atraer clientes. Pero que no van a generar dinero sin un modelo de negocio que las acompañe.