Este fin de semana he tenido la oportunidad de asistir a un seminario sobre ventas organizado por el MIT y fuertemente subvencionado por la Administración vasca. Ha sido probablemente el mejor curso al que jamás haya ido, tanto por el networking con los compañeros como por el profesor, Ken Morse, que sin duda es el mejor formador de directores comerciales del mundo. Está claro que los emprendedores nos hemos convertido en los niños mimados de la Administración.
Los norteamericanos nos ganan en creación de empresas, coreanos y japoneses lo hacen en calidad y los chinos en precio. Así que Europa lo tiene muy difícil, salvo que consiga generar emprendedores. Y la cosa está difícil, pues con pleno empleo la gente (lógicamente) prefiere ser funcionaria o trabajar por cuenta ajena. Para remediarlo, la Administración se está empezando a volcar en el apoyo a los emprendedores, tanto al principio (asesoramiento y dinero) como después (formación).
Sea como fuere, ser emprendedor en Europa, y en España en particular, es duro. Y sólo está al alcance de unos pocos. Para empezar, hay que estar dispuesto a pasarse dos años sin sueldo, lo cual supone generalmente volver a vivir con los padres. Fue mi caso. Y regresar al hogar paterno con más de 30 años es muy duro. En segundo lugar, hay que saber muchas cosas que no se enseñan en ninguna universidad. Afortunadamente, ahora nos empiezan a formar y acompañar. Y en tercer lugar, al no existir capital riesgo para las startups, hay que tener algo de dinero o familiares y amigos dispuestos a apoyarte. En esto, por cierto, los países mediterráneos tienen cierta ventaja sobre lo del norte.
En lo que al capital riesgo se refiere, el profesor me contó que España fue, curiosamente, innovadora. Pero esto ocurrió en el siglo XV, cuando Colón quería recorrer el Atlántico e Isabel la Católica se animó a financiar la travesía. Si no hubiera habido un emprendedor (Colón) y un capitalista arriesgado (Isabel la Católica), España no habría descubierto América. A día de hoy creo que nos faltan Colones e Isabelas.
Jose, a mí también me ha parecido bueno el curso, aunque me ha costado entrar ya que nunca he asumido que sea un vendedor (y ahora claro que lo soy!). Y confirmo que me he sentido mimado, con muchos detalles, empezando por la asistencia de VCs locales para colaborar como sparrings en el curso y terminando por el nivel del catering.
Creo que es justo contar quién ha hecho el esfuerzo de organizarlo y pagarlo: la SPRI, Tecnun y Bic-Berrilan.
Bravo por ellos!
Desde el comienzo de la lectura del post me intrigaba averiguar lo que pintaba en un asunto como este el «Massachusetts Institute of Technology» pero por el contexto deduzco que hablamos del «Ministerio de Industria y Turismo».
No creo yo que estemos tan mimados, que de vez en cuando patrocinen algo no quiere decir que nos mimen en absoluto. Mucho nos sentimos completamente abandonados y con todo en contra cuando empezamos.
Algo ha mejorado, pero estamos a años luz de otros paises… solo me falta que me llamen mimado cuando vaya a la administración, creo que no podría aguantarlo.. 🙂
Uff… falta muuuuuucho para que podamos considerar que las administraciones miman a los emprendedores… 🙁
Yo soy tambien de las que admiran a los grandes y Ken Morse es uno de los mejores comunicadores que he conocido.
Ahora bien, el motivar al emprendedor es tarea fácil, pues es mas que motivación la que el tiene, es pasión por su proyecto. El problema viene despues de crear la empresa, mantenerla, ahi parece que la administración se lava las manos, es como dejarnos en medio del desierto sin brujula, se acaba la formación, los apoyos….
Es mas dificil mantener una empresa los primeros 8 años que crearla.
maribeldepablo@telefonica.net