El networking y las redes sociales están muy relacionados, aunque sean dos temas bien destintos. Una red social puede servir para muchas cosas y una de ellas es para hacer contactos profesionales, que es de lo que trata el networking. Veamos algunos consejos para practicarlo bien.
1. No conviene darse de alta en todas las redes sociales. Esto es inmanejable. Lo interesante es elegir una de tipo profesional (en mi caso, Linkedin), una un poco más amplia (en mi caso, Facebook) y otras más específicas (por ejemplo, Alianzo, si tienes un blog, o Dopplr si viajas mucho). Hay que dedicar al menos un día a la semana a mantener y conseguir relaciones en cada una de ellas. Conseguir significa no quedarse parado. Es decir, buscar contactos a partir de los que ya tenemos y tratar de captarlos.
2. Hay que dedicar esfuerzo a cuidar el perfil personal. Debe estar al día (por no hablar del e-mail) y debe incluir el máximo posible de información. Debe ser lo más dinámico posible. ¡Cuidado con las fotos! No se debe emplear la misma para Linkedin que para Facebook. De hecho, yo soy partidario de no poner fotos en las redes más profesionales. Creo que trivializan la red.
3. Conviene dejar rastro en el máximo posible de sitios. Esto significa participar en foros o blogs, darse de alta en grupos, enviar correos y, por supuesto, instalar determinadas aplicaciones de Facebook que generan inmediatamente relaciones con otros miembros. Es todo un arte, pero el esfuerzo y la dedicación dan resultados a medio plazo.
4. Es recomendable tener el máximo de relaciones que sea posible. Mucha gente recomienda dar de alta a destajo. Yo discrepo, pero es una decisión personal. En redes profesionales no acepto a nadie a quien no conozca en persona y en las menos profesionales sólo admito a alguien con quien haya tenido ya una cierta relación. Pero hay quien recomienda tener contacto hasta con desconocidos, porque esto da más oportunidades y porque, en cualquier caso, esas personas han mostrado un interés en establecer una relación contigo. Creo que es cuestión de prioridades: ¿cantidad o calidad? Yo creo que atrae más un perfil con buenas relaciones que uno con muchas relaciones.
5. Cuando conoces a alguien en persona y te entrega su tarjeta, no tardes más de 24 horas en darle de alta en tu red profesional. Si esperas más, es probable que se olvide de ti y luego no te acepte. Aprovecha ese mismo momento para recordarle quién eres y tu interés en mantener contacto con él. Los mensajes personales siguen siendo la mejor herramienta de networking jamás inventada.
6. De vez en cuando envía un mensaje a una selección de tus contactos. No se trata de fabricar un newsletter impersonal, pero sí de recordarles en qué andas. Esto más que networking es marketing, pero funciona. Y muy bien.
7. Felicita los cumpleaños. En Facebook es fácil saber quién va a cumplir años. Es la ocasión perfecta para ir a su perfil y dejarle un recordatorio de que lo tienes presente. No hay que olvidar que un cumpleaños es un día muy especial para esa persona y, por tanto, recordárselo es algo que nunca está de más.
8. Utiliza Twitter para seguir a tus contactos más íntimos. Pero sólo a estos. Twitter tiene mucho peligro como herramienta para perder el tiempo, pero también es genial para conocer mejor a ciertas personas. Recordarles, cuando los veas, detalles que has podido aprender de ellos vía Twitter siempre les va a sentar bien. Yo recuerdo incluso haber utilizado Twitter para saber cuándo podía llamar a una persona muy ocupada (cuando coge el AVE).
9. No hagas perder el tiempo a nadie. No emplees Twitter o Facebook simplemente para contar cosas que has puesto en tu blog. Si sigues esta política, es posible que captes más visitantes para tu blog, pero también puedes perder contactos directos en tu red social. Lo ideal, como siempre, es combinar un poco de todo. Pon en Twitter enlaces a algún artículo tuyo (y también de otros), pero no lo hagas en más de la mitad de tus comentarios.
10. Sé siempre personal. Recuerda que las redes sociales son sitios donde se juntan personas que no sólo trabajan sino que también tienen una vida normal y viajan. Da también detalles de esto último, aunque sin pasarte. A nadie le importa a qué hora te acuestas pero sí los sitios que visitas y, sobre todo, lo que te atrae de ellos.
(artículo inspirado de Lifehack)
«inmagenable» supongo que significa que no se puede manejar ….. demasiado hablar en inglés, me temo … 🙂
Creo que merece la pena dedicar unas horas a la semana a las distintas redes sociales, pero con medida, centrándonos un poco, y siguiendo tus sabios consejos 🙂
Sobre el twitter, la verdad es que igual hay que empezar a ser más selectivo, ya que se llega a acumular muchos updates poco útiles.
Eso sin contar a algunos que, con dolor de corazón, les he tenido que ponerles block de twitter por que era imposible seguir al resto de mis following por su «incontinencia postera»…
Muy bueno el artículo y todos los consejos.
Y creo que debe ser un proceso gradual. Se habla de dedicarle un día a la actualización de redes y demás, pero también dependerá del nivel de networking que se quiera lograr. Creo que con dedicarle algunas horas a la semana se puede arrancar y dependiendo el ROI que tenga este proceso vas a ir destinandole más tiempo.
Y totalmente de acuerdo con no registrarse en todos lados. Los que lo hemos hecho, lo sufrimos, aunque sigo convencido que es más por un fin de aprendizaje para ver que se mueve en el mercado y no por vicio de estar en todos lados.
Recomiendo el post de Víctor R. Ruíz sobre la distinción entre red social y comunidad.
http://rvr.typepad.com/linotipo/2008/03/redes-sociales.html
Creo que los usos de uno y otro ayudan a diferenciar cómo comportarse en distintos entornos.
Las redes sociales son un fenomeno y un hecho mundial indiscutible, ya que estan aqui y no tienen reversa resulta importante aprender a obtener de ellas el mayor provecho. Gracias por el articulo