Dos multinacionales han realizado recientemente sendas inversiones en redes sociales que han pasado relativamente desapercibidas. La discográfica Universal han adquirido una participación en Buzznet, una red para melómanos y artistas. Unilever, por su parte, ha lanzado su propia red, powered by Microsoft, para personas interesadas en la belleza: Dove Digital Channel.

Una rápida reflexión: las redes sociales están alcanzando semejante relevancia que una política de marketing completa no puede dejarlas al margen. Se trata de un medio que permite establecer relaciones directas con consumidores y especialmente con los más fidelizados. Su viralidad es tremenda, tanto para lo bueno (hablar de un nuevo producto) como para lo malo (criticar algo).

La duda para las marcas es ahora si crear sus propias redes o emplear las que ya existen y especialmente Facebook. Mi consejo es que hagan las dos cosas: que creen sus propias redes, para controlar mejor al usuario, pero que no dejen de emplear Facebook, Twitter y blogs para captar usuarios y lograr mayor visibilidad.