Hemos hablado en este blog varias veces de banca 2.0. Es decir, de permitir que la gente con dinero se lo preste directamente a los que lo necesitan, sin necesidad de intermediarios. Hay ya algunas empresas haciendo esto en otros países, con relativo éxito. Curiosamente, en España el primero que lo quiere practicar en serio es una entidad ya existente, Caja Navarra.
Lo contaron el otro día dos de sus responsables, Fernando Egido e Iñaki Iraizoz, en la presentación de la nueva web de la CAN. La verdad es que nos dejaron a todos impresionados. Caja Navarra está innovando en diversas facetas y especialmente en lo que se refiere al trato y la relación con sus clientes. Y esto incluye muchas cosas de las que solemos hablar aquí: transparencia, apertura, conversación, horizontalidad…
Ellos lo llaman "Banca cívica", dando a entender que lo que las entidades financieras han venido haciendo hasta ahora era absolutamente incívico. Y muy lejos de la realidad no andan. No se trata sólo de modificar las oficinas para que sean "distintas", ni de crear un usuario en Twitter y en Facebook. Se trata de implicar a toda la compañía, de arriba abajo, y a los clientes para modificar la cultura. Y mucho tiene que ver con esto que el mismísimo director general, Enrique Goñi, sea uno de los más entusiastas a la hora de abordar este nuevo rumbo.
En lo que a Banda 2.0 pura y dura se refiere, esto es lo más relevante que están haciendo:
– Dejan que sean sus clientes (red social) quienes decidan a qué destino deben ir los beneficios de la Caja (la famosa obra social). Y parece que las cosas están cambiando mucho (ver gráfico): los clientes prefieren destinar el dinero a temas muy sociales (discapacitados, por ejemplo) y mucho menos a asuntos culturales.
– Quieren intermediar entre clientes con necesidades financieras y clientes con recursos. En estos casos, Caja Navarra dejaría de ser una entidad financiera y se convertiría en una especie de avalista. Se trata de promover este tipo de intercambios actuando como ente que da confianza a la transacción.
Y como todo no debe ser alabar, también aproveché la oportunidad para transmitirles algunas críticas:
– Hace dos meses abrí una cuenta en Caja Navarra para una nueva sociedad que hemos constituido (sí, la que está montando la historia esa de Metroo). Lo hice precisamente por la buena imagen que me transmiten como emprendedor. El trato fue el mismo que me habrían dado en cualquier otra entidad, incluyendo las abusivas comisiones que tan de moda están entre bancos y cajas. En esto no parecen haberse diferenciado demasiado, cosa que la banca online sí ha hecho (por ejemplo, ING Direct).
– Están comunicando muy poco la transformación que están viviendo. No entiendo por qué no han hecho un blog para ir contando todos los pasos que están dando ni tampoco por qué Enrique Goñi no tiene un blog corporativo. En esto coincidí con más gente que pululaba por allí. Aunque esto de comunicar mal es un mal que padecemos todos "los del norte". Nos va más producir que vender. Nos gusta más la ingeniería que el marketing. Me consta que tienen blogs (y wikis) en su intranet, pero no me explico por qué no los sacan fuera. En cualquier caso, con la presentación del otro día a bloggers dieron un paso de gigante.
– Exceso de marcas. Caja Navarra padece un solapamiento de dos marcas (CAN y Caja Navarra) y al final uno no se aclara de cuál es la buena. Por si fuera poco, están empezando a promover nuevos nombres que no hacen sino liar al personal: Cancha, Eurecan, Impulsacan…
También ha hablado de esta presentación Antonio Fumero y Antonio Domingo, mientras que Agoranews lo recogió en vídeo.