He estado recopilando algunos datos sobre publicidad online que son relativamente desconocidos y que creo que, puestos en perspectiva, deberían animarnos a todos a seguir apostando por este sector. El más importante de todos creo que es que el CPM (lo que te pagan por cada 1.000 impresiones de un anuncio a través de tu web) en vídeos es de 10 euros, muy elevado comparado con lo que son las páginas normales de Internet.
Pero hay más:
– El primer banner, que fue incluido en la revista Wired allá por 1994, consiguió un CTR (Click Through Rate o ratio de personas que lo han visto y han pinchado en él) del 78%. Para hacernos una idea, hoy conseguir un 0,2% es un éxito relativo y en Facebook la media está en el 0,08%. Es decir, que de cada 10.000 personas que ven un anuncio en Facebook solo 8 pinchan en él. El problema de fondo es que la gente no se fija en los anuncios: sus ojos los excluyen de forma mecánica. Por eso hay una tendencia a colar la publicidad en medio del contenido. Más o menos lo mismo que ocurre con las camisetas de los jugadores de fútbol.
– En su momento, estos anuncios buscaban el click. Más o menos como sucede hoy en día con Google, con la ventaja de que la medición resulta muy sencilla. El problema es que mucha gente los veo y no pincha o igual lo hace horas después a través de Google, con lo que el soporte no cobra por ello. Esto explica por qué hoy tiene más sentido vender los banners (los que incorporan imágenes) por CPM (por impresiones) y no por CTR. Pero para ello es preciso que el anunciante valore la notoriedad que consigue con la impresión, al margen del número de personas que lleven a su web.
– Los banners apenas generan un 16% de recuerdo de marca, que es lo mismo que decir que 84 de cada 100 euros invertidos en pagar impresiones se están tirando a la basura. De todas formas, este mismo fenómeno se ha producido siempre en la publididad y solo ahora, cuando es posible medir cada click, se está empezando a tomar en cuenta seriamente.
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