Una de las cosas que más han proliferado en Internet acompañando a las redes sociales son los botones que permiten decir que algo te gusta. Como si fueran talismanes de la suerte, se colocan en todas las esquinas de las páginas buscando un reconocimiento que en muchos casos no llega y que tiene una serie de supuestas virtudes en forma de mejor posicionamiento en buscadores y muros. ¿Qué hay de real en esta fiebre?

Su utilidad depende del botón:
– Los que permiten promocionar un contenido en redes como Facebook («Me gusta)», Twitter (tuit) o Linkedin. Sirven básicamente para darnos a conocer e indirectamente para mejorar el posicionamiento en Google.
– Los que permiten votar a favor de un contenido en buscadores como Google (+1) o en agregadores como Menéame. Sirven para reforzar el posicionamiento en Google y en otras webs.
Dicho de otra forma: los botones se han convertido en una herramienta de posicionamiento, integrada plenamente en el proceso de SEO (optimización para buscadores). De ahí su proliferación, que no va a hacer sino ir a más. Los buscadores necesitan mejorar la pertinencia de sus resultados y las redes sociales se han convertido en un mecanismo idóneo para ello. De ahí que Google no pare de crear herramientas sociales y de integrar otras como Twitter, en el marco de su proyecto Social Search.
De hecho, el buscador americano ha llenado de pequeños botones +1 los resultados de sus usuarios registrados. También está empezando a preguntar a sus usuarios por su cuenta de Twitter, ya que ha llegado a la conclusión de que, por la cantidad de enlaces que circulan por esta red, se ha convertido en el principal generador de posicionamiento, junto a algunas herramientas suyas como Google Reader o Google Plus.
Si uno de tus amigos de Twitter ha enviado un enlace que Google estima pertinente en una de tus búsquedas, ahora te saca un pequeño texto de la web y una foto de tu contacto. Lo mismo ocurre si algún conocido ha dicho que le gusta un artículo en Google Reader o en Google Plus. Y es conocido que Bing aplica desde hace tiempo algo parecido con los contactos de Facebook cuando alguno de ellos ha dicho que algo «le gusta».
Yo también he tenido que sucumbir a la necesidad de colocar este tipo de botones, aunque por el momento me limito a 4 de ellos: Linkedin, Facebook, Twitter y Google+. El que mejor me funciona es el de Twitter, seguido a mucha distancia del de Linkedin. Creo que la gente no usa Facebook tanto para compartir enlaces. Por otra parte, me sorprende lo que está subiendo Linkedin desde que permite colocar mensajes de «status», aunque la mayor parte de las veces se trate de cosas que han sido insertadas inicialmente en Twitter. Próximamente los insertaremos también en este blog.
Otro asunto paralelo a la elección del botón o botones es el creciente fraude que se va a producir. Obviamente, ya hay gente desarrollando sistemas que votan de manera automática y hay webs que ofrecen 50 +1 en Google por 10 dólares. Es de suponer que lo hacen con cuadrillas de personas del tercer mundo que cobran una miseria por este trabajo y que tarde o temprano Google les pillará.