Estoy convencido de que la era de las redes sociales está terminando. Facebook ha perdido glamour en los últimos meses y la sociedad pide ahora alternativas con cierto control público y menos mercantilizadas. La publicidad como eje central también está perdiendo interés en favor de otras alternativas de negocio y especialmente las que tienen que ver con el big data y las relaciones profesionales.

Estas son las principales tendencias que detecto y que marcarán el futuro:
– Los algoritmos controlados por empresas han demostrado sus peligros, por lo que cada día habrá mayor control público sobre lo que se publica en las redes. Intuyo que se va a hacer responsables a las empresas gestoras de los efectos de las falsedades que puedan promocionar entre sus usuarios.
– La identificación de los usuarios va a ser un valor añadido en las redes. Aquí seguramente jugará un papel importante la tecnología blockchain, algo que ya está probando el propio Microsoft.
– Para evitar que Facebook se convierta en un monopolio, las administraciones van a obligar a separar los datos de los usuarios de las redes. Pronto tendremos un historial independiente que podremos conectar con tal o cual sistema de manera sencilla.
– Mediante ofertas a los usuarios para que migren, empresas de nueva creación podrán montar una red de la noche a la mañana para competir con las grandes plataformas. Facebook va a verse muy presionado por nuevos competidores que ofrecerán las mismas funcionalidades y otras nuevas basadas en la identificación personal. Entre ellos, Google y Microsoft a través de sus sistemas operativos Android-Chrome y Windows.
– Las redes sociales se acabarán convirtiendo en frameworks (plataformas) a las que se podrán conectar multitud de proveedores de servicios, más o menos como Facebook hizo en sus comienzos con las famosas apps, hoy prácticamente inútiles.