Desde hace un siglo se habla de la prensa como el cuarto poder, el que vigila a los otros tres para evitar que se propasen. Así que muchos se han preguntado quién controla a los medios de comunicación, a ese cuarto poder que en ocasiones se convierte en el más despótico de todos. Cada día son más los que piensan que ese papel lo juegan los blogs.
Por eso se puede hablar de ellos como del quinto poder. Por una parte, porque suelen dedicar mucha atención a corregir o destacar lo que publican los medios tradicionales. Hay incluso blogs como Malaprensa que analizan los errores, involuntarios o premeditados, de periódicos y televisiones.
Y por otra, porque ponen en su sitio a cada medio con instrumentos tipo Menéame. Tal y como comentaba el otro día con Alvaro Andoin, el reinado del periodista como selector de lo que debemos leer está a punto de concluir. Al principio nos costará acostumbrarnos, pero es mucho más sano disponer de medios sociales que de una oligarquía de periódicos y televisiones controlados por cuatro empresas ultrapoderosas.
Pronto nos sorprenderemos de que hubiera una época en que los medios sólo hablaban bien de sí mismos o de sus anunciantes y patronos. Casi tanto como ahora nos cuesta concebir que hace apenas 15 años en España sólo hubiera dos canales de televisión, más algún autonómico que otro.
Es cierto que en la blogosfera también hay quien prosigue con las perversidades de los medios tradicionales. Pero, ¿qué es un blog sin el resto? Si uno se desvía del camino de las buenas prácticas, no tardan en aparecer otros que se lo echan en cara. Hay casos que ya forman parte de las tesis doctorales, como el de la compañía francesa Vichy.
El oligopolio de los medios de prestigio, que se tapan entre sí, está terminando. Y con él la prepotencia del cuarto poder. Los blogs quizás no sean el fenómeno económico que algunos creen intuir, pero sí suponen un robusto contrapeso frente a esos medios tradicionales corrompidos tras años de semi-monopolio.
Estoy de acuderdo, José Antonio, pero más que los blogs por sí mismos, creo que ese quinto poder lo encarna más bien la figura del periodista ciudadano, ese ciudadano que al fin ha conquistado realmente su derecho a difunir información -y no sólo a recibirla- Ambos constan en la constitución Española, no sólo el segundo. Los blogs son sólo una de sus herramientas, aunque no todos los blogs -ni de lejos- se dedican a ello.
Excelente reflexión. Quienes subestiman el potencial de las bitácoras desconocen el poder del colectivo.
Y yo te pregunto…dices que el 4º poder ‘controla’ a los otros tres desde hace un siglo; y que el ‘5º’ controla al cuarto…pero el teórico ‘5º’ no tienes más que unos años..¿quién controlaba antes al cuarto?
Creo que a este movimiento se le da mas importacia que la que realmente tiene.
Ya veremos su evolución, pero de momento está supravalorado.
Un día os pueden visitar 1500 personas, pero olvidais que a los medios tradicionales los visitan o consumen miles de millones diariamente.
Además, una visita no quiere decir que se haga caso de lo que se lee; no es mas que una poinión mas.
Saludos.
sí señor, un punto de vista muy interesante en el que habrá que profundizar.
los blogs tienen una influencia cada vez mayor, y han conseguido que muchos medios tradicionales modifiquen sus estrategias. quizás no tanto en españa, pero sólo hay que pasearse por las webs de los grandes grupos mediáticos del mundo y comprobar la cantidad de feeds especializados que abren (y que adquieren en nuestros agregadores la misma categoría que cualquier blog.
Yo creo que hasta que no haya mejores formas de recuperar y centralizar toda la información generada por la blogosfera esto no va a ser factible.
Está bien lo de los blogs, y cuando estás dentro (en especial ocurre con los blogs de tecnología/internet/ciencia/matemáticas y temáticas parecidas) te parece como si todo el mundo tuviera un blog. Pero la realidad no es así, la gente no sabe lo que es un blog, ni hay forma de saber toda la información publicada sobre un mismo tema.
Technorati es una parte del puzzle, meneame (o digg) creo que es otra, pero aún falta combinar, añadir más partes y pulir mucho.
Muy interesante el post.
Todos podemos ser editores.
La difusion dependera de lo que se diga y como se diga.
La constancia es la madre del exito.
Por lo pronto, el 5º está bastante alineado con el 4ª, que a su vez está alineado con el 1º, que controla al segundo y al primero. Al menos en este país.
Si Montesquieu levantara la cabeza…
Totalmente de acuerdo contigo José. Un ejemplo premonitorio del fenomeno blog lo encontramos en el libro «el juego de ender» donde ya se habla de una sociedad con foros donde verter opiniones y dialogar similar a la blogosfera que hoy conocemos.
En la historia se le da mucha importancia a la posibilidad de influenciar la opinión de la sociedad a través de dichos espacios, labrándose una reputación relevante a través de debates y discusiones online. Curioso. Esperemos que la blogosfera ‘real’ no siga ese camino y permanezca como un medio social, neutral, del pueblo…
Aunque considerando la historia de la humanidad no se yo…
Un saludete 😉
Hola a todos/as:
Estoy de acuerdo con todo lo que deciis, pero hay una cosa que echo en falta y de la que no he encontrado ningún comentario. La diferencia entre el trípode de los poderes del Estado con los 4º y 5º poderes que os referiis, es la legislación. No existe una sóla ley que encontremos para dar cobijo a mágenes escribanos de los/as periodistas, y mucho menos los blogs en Internet. Pueden ser comparados, pero ¿qué ocurriría si nos dijeran lo que se puede o no redactar?
¿Dónde podríais el límite entre lo censurable y lo que no?
¿Quién está capacitado/a para ello?
Aurora