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Los blogs como quinto poder

Desde hace un siglo se habla de la prensa como el cuarto poder, el que vigila a los otros tres para evitar que se propasen. Así que muchos se han preguntado quién controla a los medios de comunicación, a ese cuarto poder que en ocasiones se convierte en el más despótico de todos. Cada día son más los que piensan que ese papel lo juegan los blogs.

Por eso se puede hablar de ellos como del quinto poder. Por una parte, porque suelen dedicar mucha atención a corregir o destacar lo que publican los medios tradicionales. Hay incluso blogs como Malaprensa que analizan los errores, involuntarios o premeditados, de periódicos y televisiones.
Y por otra, porque ponen en su sitio a cada medio con instrumentos tipo Menéame. Tal y como comentaba el otro día con Alvaro Andoin, el reinado del periodista como selector de lo que debemos leer está a punto de concluir. Al principio nos costará acostumbrarnos, pero es mucho más sano disponer de medios sociales que de una oligarquía de periódicos y televisiones controlados por cuatro empresas ultrapoderosas.
Pronto nos sorprenderemos de que hubiera una época en que los medios sólo hablaban bien de sí mismos o de sus anunciantes y patronos. Casi tanto como ahora nos cuesta concebir que hace apenas 15 años en España sólo hubiera dos canales de televisión, más algún autonómico que otro.
Es cierto que en la blogosfera también hay quien prosigue con las perversidades de los medios tradicionales. Pero, ¿qué es un blog sin el resto? Si uno se desvía del camino de las buenas prácticas, no tardan en aparecer otros que se lo echan en cara. Hay casos que ya forman parte de las tesis doctorales, como el de la compañía francesa Vichy.
El oligopolio de los medios de prestigio, que se tapan entre sí, está terminando. Y con él la prepotencia del cuarto poder. Los blogs quizás no sean el fenómeno económico que algunos creen intuir, pero sí suponen un robusto contrapeso frente a esos medios tradicionales corrompidos tras años de semi-monopolio.