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El lado oscuro de la blogosfera

He leído hoy en el País Negocios una completa crítica de Patricia Fernández de Lis sobre el libro «La blogosfera hispana«, del que soy coautor. Digo completa porque las críticas de libros suelen ser muy ‘light’ y ésta, sin embargo, está elaborada. Pero creo que hay que salir al paso de algunos comentarios, no porque no sean atinados sino porque pueden ser injustos. Incluso me voy a permitir hacer una crítica de la crítica.Lamenta Patricia, al igual que hizo Gumersindo Lafuente durante su presentación, que en el libro no se haya aprovechado a criticar el lado oscuro de la blogosfera. También echa de menos menciones a la posible inflación del «fenómeno». Y finalmente habla de una «aristocracia blogosférica» formada por bloggers que se enlazan unos a otros, excluyendo así al resto.Patricia tiene razón en lo básico: de todo eso no se habla mucho en el libro. Pero creo que no se hace porque la obra es un análisis preliminar del fenómeno, un estudio descriptivo de lo que hay, con vistas a profundizar más en ocasiones posteriores. A mí personalmente se me pasó por la cabeza hablar de la endogamia de los principales bloggers, pero me pareció que un libro dirigido a cualquier persona no era el lugar para hacerlo.Quizás estaríamos confundiendo más que aclarando, que era la misión que nos encargó Pepe Cerezo desde Fundación France Télécom. En cualquier caso, creo que sí que mencioné en mi capítulo el hecho de que la blogosfera se está profesionalizando, con lo malo y lo bueno y que esto puede conllevar, aunque reconozco que no me adentré demasiado en esta realidad. Además, hay algunos casos que demuestran que en la blogosfera hispana todavía caben muchos bloggers nuevos. El caso más relevante es el de Javi Moya, del que ya he hablado anteriormente. Su blog nació en 2005 y ya es uno de los 15 más importantes en España. ¿Cómo lo ha hecho? Trabajando duro y ganándose la confianza de sus usuarios. También habría que hablar de Ricardo Galli y de Martín Varsavsky, aunque estos dos partían de situaciones de ventaja.Más discutible es la mención a la supuesta «inflación del fenómeno». También estoy de acuerdo con Patricia en lo básico, en que los blogs están muy de moda y quizás se habla de ellos más de lo que sería lógico teniendo en cuenta su trascendencia real. Pero es que muchos lectores de medios tradicionales quieren que las cosas cambien.Quieren (queremos) poder reaccionar directamente a la crítica de Patricia. Nos encantaría poder pinchar en el papel salmón de El País Negocios y responder de forma inmediata al artículo en cuestión. Hoy queremos ser interactivos de verdad y esta necesidad está empujando hacia un cambio real, hacia medios más abiertos al diálogo; por tanto, a favor de los blogs. Mi consejo para Patricia es que bloguee 😉 Sus lectores se lo agradeceríamos.