Conocí Twitter poco antes de ir a Israel y allí me empecé a enganchar. Ahora es lo primero que hago al conectarme, casi antes que descargarme el e-mail. Está claro que esta aplicación es especialmente adictiva.

Me gusta de Twitter precisamente lo mismo que me desagrada de otros servicios:
– Messenger y Skype: son sólo comunicaciones uno-a-uno y no permiten broadcasting, con lo que sólo las usas para hablar con personas concretas. Aunque también hay algún despistado que anda utilizando Twitter como si fuera un chat 😉 Y también es cierto que hay gente que aprovecha el "acerca de mí" de Skype para insertar mensajes generales.
– Blogs: los que somos vergonzosos, no nos atrevemos a hablar abiertamente de temas personales en un blog. Lo siento, pero soy incapaz de contar mis andanzas en un blog. Además, el blog al que más tiempo dedico tiene mucho más de corporativo que de personal. Sé que hay gente que combina ambas esferas perfectamente (mis ídolos en este sentido son Varsavsky y Carlos Blanco), pero yo no soy capaz de hacerlo.

Twitter une blogs y messenger y te permite mandar un mismo mensaje a todos (y sólo a ellos) tus amigos. Al mismo tiempo, puedes seguir lo que te cuentan tus conocidos, con lo que puedes conocer mejor cómo es su vida real. Vamos, que tiene un importante componente de morbo. Por eso me disgustan aquellos que están utilizando Twitter exclusivamente para hablar de su trabajo (fundamentalmente, de su empresa), como si de un blog corporativo se tratara.

No sé si este enganche va a ser como el de Orkut, que apenas me duró un mes, pero por ahora estoy encantado con el servicio. Mi página, por cierto es http://twitter.com/jamoral . Y para terminar, un vídeo en el que Deb Schultz le cuenta a Jeff Pulver que Twitter es "blogging on crack", que en castellano es algo así como "bloguear a golpes". Deb y Jeff son dos de las personas con las que mejor enganché en Kinnernet.