En los últimos meses estoy viendo constantes cambios profesionales entre los periodistas digitales. Movimientos entre medios y, sobre todo, hacia los nuevos que se están conformando en torno a Público y ADN. Creo que se están gestando proyectos muy interesantes que veremos a finales de verano.
Entre quienes "se han movido" últimamente citaría a los siguientes, muchos de ellos bloggers y buenos amigos míos: Nacho Rojo, Pablo Fernández, Juan Varela, Pedro de Alzaga, Pepe Cervera, Ricardo Villa, Nacho Escolar, Rosalía Lloret, Marta Peirano, Manuel Rico, Antonio Delgado o Iñigo Sáenz de Ugarte.
Semejante cruce de fichajes no se vivía en la Red desde 1999, aunque esta vez creo que hay varios cambios relevantes:
– Ahora hay más expertos en comunicación dirigiendo webs que en la época de la burbuja, cuando había más cazafortunas y oportunistas sin experiencia alguna en el mundo de la comunicación. Todas las personas que he mencionado han demostrado anteriormente su valía personalmente o en otros proyectos.
– Los proyectos parten de balances consolidades y de apuestas a largo plazo. Alguno de ellos me habla de financiación a tres años, cuando en 1999 los dineros no iban más allá de doce meses.
– Detrás de estas inversiones no sólo hay deseos de salir a Bolsa sino también ambición por el poder político, cosa que aunque parezca negativa en este país es fundamental. Ningún medio de comunicación, y todas las webs lo son, se puede entender sólo como una sociedad limitada que quiere ganar dinero. Detrás de todo proyecto de comunicación hay (y es sano que sea así) un deseo de comunicar como vía para cambiar la sociedad de una u otra forma.
– Se trata en todos los casos de proyectos multimedia. No sólo se plantean para Internet sino que tienen también sólidas bases en el papel o incluso en el vídeo.
En fin, que el sector está muy animado y eso es de agradecer.
Y se te olvidan algunos. Como siempre, son todos los que están pero no todos lo que son.
Efectivamente, la carne de periodista digital se cotiza al alza. Incluso la del junior. Ya iba siendo hora.
Y yo también creo que estos proyectos se han concebido de otra manera, por otra gente, que en el pasado boom. Nada que ver.
Que se descuiden los viejos grandes, que torres más altas han caído.