Me ha hecho gracia una página del Business 2.0 (por cierto, esta revista nació antes que la Web 2.0) que recoge una lista de proyectos de diversos países inspirados en otros tantos norteamericanos. Básicamente, se trata de una relación de clones de Digg, Facebook, Linkedin y Youtube. Curiosamente, falta MySpace, que lo han excluido porque esta red social también fue en su momento una copia de otras que existían previamente.

Pero faltan los proyectos españoles. Esta sería mi lista:
– Digg: Menéame, que ha aportado algunas novedades, como la liberación del código y la posibilidad de votar negativamente (después implementada en Digg).
– Facebook: no existe uno al mismo nivel, si bien es cierto que hay algunos intentos como Tuenti, Nosuni y la alemana StudiVZ, que ha abierto sucursal en España.
– Linkedin: eConozco y Neurona.
– Youtube: Dalealplay, Videolandia y Tu.tv.

¿Son copias? Claro que sí. ¿Es eso malo? Para nada. En muchos sectores, es raro que el producto original sea el que termine imponiéndose. Y en Internet también ha sido así, al menos hasta ahora. No hay más que recordar que el primer gran buscador se llamó Lycos, al que después sustituyeron Yahoo! y Altavista, para terminar la cosa en el reinado de Google, que ya parece insustituible.

Los que copian tienen muchas posibilidades de mejorar el producto original. Twitter, por ejemplo, no fue el primero en hacer microblogging, aunque sí ha sido el que más sencillo lo ha hecho y mejores usuarios ha atraído. Por no hablar del centralismo americano, que genera enormes oportunidades en el extrarradio, tanto por idiomas como por culturas.