Pasadas las 13 horas de ayer, una bomba intentaba acabar con la vida de un guardaespaldas en Bilbao. Algo más de media hora después, el periódico local, El Correo Digital, ofrecía una foto del atentado y un vídeo una hora después. Pero su autor no era un ciudadano que pasaba por allí, sino un periodista que ahora va equipado con cámara digital, cámara de vídeo y conexión 3G para enviar la información desde cualquier sitio. El periodismo profesional le ganó la batalla al ciudadano.
El protagonista se llama Luis Calabor y es un profesional de toda la vida de El Correo. Su buena relación con las diversas policías le permiten enterarse de los sucesos de su ciudad antes que nadie. Y se ha reciclado a las nuevas tecnologías. Tiene web personal, álbum de fotos (en Picasa) y todo tipo de gadgets para realizar su trabajo. Creo que sólo le falta un blog.
Queda claro, por tanto, que la Web 2.0 no excluye a los periodistas que sean buenos profesionales. Sí que puede ser un problema para los que no se reciclen. Y también está claro que los periodistas ciudadanos todavía brillan por su ausencia. Ayer no había vecinos con cámaras en el lugar del atentado. Y las imágenes de Calabor cobraron tanto valor que fueron pronto "pirateadas" por CNN+ y El País.
Discrepo contigo, según mi información fue una ciudadana la que sacó la primera foto, que vendió por 150 ?, creo que a Reuters, y ha sido portada en El País.
Una ciudadana que vende una foto por 150 euros suena algo profesional, no crees? 😉
En particular creo que no debería llamarse periodismo ciudadano, sino participación ciudadana. El periodismo es profesional y los ciudadanos puede ejercer su rol como tales y filmar videos, tomar fotos y escribir columnas con sus experiencias o críticas. Pero siguen siendo fuentes. Porque los periodistas saben qué es noticia y qué no, cómo transformar ese video/foto/texto en noticia. Sino, que desaparezcan los periodistas y que la gente escriba los diarios.