Ha caído en mis manos un informe de la OCDE en el que, entre otras cosas, se analiza el uso de blogs en diversos países y escenarios. Hay datos muy positivos, como el del 37% de los adolescentes franceses que han creado una bitácora o que un tercio de los internautas norteamericanos han puesto alguna vez contenido en una web (blog, foro, página personal, etc.). Este ratio asciende al 51% de los menores de 30 años que disponen de banda ancha en casa. También dice, en base a una información de 2005 de la Comisión Europea, que el 13% de los habitantes de la UE envían regularmente comentarios a blogs. Hay otros datos muy curiosos, como que el 60% de los parlamentarios coreanos blogueaban en enero de 2006.

Después de aportar todos estos datos, el informe trata de explicar lo que está ocurriendo en base a las siguientes razones:
– Cada vez hay más banda ancha.
– Cada vez hay más gente con cámaras digitales.
– La aparición de webs como Youtube.
– La irrupción de los "nativos digitales", la generación Youtube, que se manejan muy bien con los ordenadores, quieren relacionarse en la red y no tienen tantos reparos a la hora de compartir sus datos personales (atención a esto, que va a dar no pocos problemas).
– La generalización de los deseos de autoexpresión e interactividad, al margen de las plataformas mediáticas clásicas como la TV.
– La aparición de herramientas sociales que despiertan el interés de los más mayores, como los foros políticos o los de voluntariado.
– El creciente interés comercial en el contenido generado por el usuario y en las economías basadas en la larga cola.
– La llegada de capital-riesgo.
– La popularización de la publicidad con AdSense
– La aparición de esquemas legales (sobre todo, creative commons) que permiten compartir el contenido.

Dicho esto, podemos analizar fácilmente cuál es la situación en España:
– En banda ancha, hardware y disponibilidad de webs estamos bien, salvo con la limitación de que Facebook no está disponible en castellano.
– Los nativos digitales también están aquí. No hay más que ver las estadísticas de internautas menores de 30 años, que suponen más del 80% de los jóvenes de esa edad.
– Empezamos a tener algunas herramientas sociales de interés para los más mayores, como Genoom o plataformas políticas. Pero quizás aquí existe un problema de difusión de los proyectos entre esos sectores.
– Lo que más nos falla son los ingresos publicitarios, que no se pueden comparar con los de otros lares. Además, en otros países tienen mucho más capital-riesgo.