Mi respuesta: para muy poco. Si un emprendedor está realmente motivado con su proyecto, lo que necesita es mostrarlo y manifestarlo. Con acciones. No con gramos de papel que seguramente le haya preparado un amigo o consultor. Comento esto después de leer unas declaraciones de mi amigo Yossi Vardi, conocido especialmente por haber fundado ICQ, en Business Week.

Sobre Vardi, que es un tío super-simpático y que siempre anda rodeado de jóvenes, añadir que, después de vender ICQ a AOL ha seguido siendo business angel en Israel. Fue él quien me invitó a Kinnernet el año pasado. De las empresas que ha ayudado a fundar, ha vendido ya unas cuantas a gigantes del mundo de la tecnología. Por ejemplo, Gteko, Airlink o Tivella, compradas por Microsoft, Sierra y Cisco. Sólo en 2007 ha desinvertido en cinco empresas en las que ha ganado dinero.

Le preguntaban: "Cuando vas a invetir en empresas y nuevas ideas, ¿qué buscas exactamente?"

Y contesta: "Empezaré contándote lo que no busco. No me fijo en los planes de negocio. Después de 38 años, he constatado que el 100% de los planes de negocio dicen que su idea es muy buena. Creo que eso no sirve para nada. Me he dado cuenta de que, cuanto más me gusta una idea, mayores pérdidas genera. Cuando te enamoras de una idea, tu visión se hace borrosa. No me gustan las demostraciones. La gente joven que me enseña sus planes de negocio se muestra tan entusiasta que piensa que su idea es la mejor del mundo, al menos en su vida. Y si no finges un orgasmo, se van muy desilusionados".

¿Qué es por tanto lo que Vardi mira?
– Que los proyectos sean aplicaciones con interfaz para usuarios finales, de tal forma que sea el consumidor el que pueda juzgar el producto.
– Que el emprendedor tenga talento
– Que el emprendedor tenga buen carácter (supongo que para aguantar el chaparrón que le va a caer)
– Que el emprendedor sea ágil y piense rápido
– Que el emprendedor se dedique a una sola cosa
– Que el proyecto esté en sus comienzos (cuestión de precio de la inversión, supongo).