Esta semana se han oído muchas cosas sobre la nueva API de Youtube. Youtube siempre tuvo una API, muy similar a la de Flickr que te permitía fundamentalmente escoger vídeos y ponerlos en tu web. Funcionaba más o menos como los códigos que puedes pegar en un artículo de un blog pero pudiendo escogerlos de forma automatizada (por ejemplo, todos los vídeos que tengan la palabra ‘alianzo’). Google era consciente de que esto no era interesante para usos comerciales y ha modificado la API.
El cambio es únicamente de interfaz, de tal forma que ahora puedes utilizar vídeos de Youtube y pegarlos en tu web con tu propio reproductor. Puedes incluso eliminar el logo de Youtube para poner el tuyo propio, lo cual resulta muy atractivo para cualquier medio de comunicación que produce vídeos. ¿Para qué van a gastar dinero en hosting y ancho de banda si Google les da eso gratuitamente y no les pide a cambio nada? Lo único que te piden es que pongas en algún punto de tu web un logo "Powered by Youtube".
Es más, también es posible crear tu propio interfaz de subida de vídeos dentro de tu web, al margen del de Youtube, aunque los vídeos acaben en la plataforma de Youtube. Por tanto, la respuesta al título de este artículo es: la API de Youtube sirve para crear una web de vídeos y hacer lo mismo que permite nuestro servicio Kide.tv. Admito que tendremos que revisar su modelo de negocio a partir de ahora 🙁
¿Y qué gana Google con todo esto? Para empezar, Google se está consolidando como una empresa especializada en hosting, con lo que lo que hoy es gratis no me sorprendería que mañana deje de serlo. También hay quien especula, creo que con acierto, con que alojando la gran mayoría de los vídeos que hay en Internet, Google se va a consolidar como la web fundamental de búsqueda de vídeos. Y parece que este mercado va a ser más interesante comercialmente que el de búsqueda de texto. Jordi Castelló ha escrito al respecto.
En cualquier caso, Google responde a esta pregunta en su web: "La misión de Google es organizar la información mundial y hacerla accesible y útil. A veces esto supone hacerla disponible en contextos distintos al de un navegador web. Así, Google entrega APIs para que se pueda pedir información desde un software".