Sé que este título es ideal para que mucha gente pinche en él. Pero es que es completamente cierto. Estos días en que nuestro sistema financiero hace aguas, muchos nos estamos planteando cómo hemos podido llegar a construir una sociedad con tantas grietas. ¿Cómo podemos aguantar lo que tenemos y no hacer nada para evitarlo? Y sí, soy utópico y optimista. Creo que las cosas van a mejorar. Afortunadamente, la revolución de lo 2.0 tendrá mucho que ver con ello.
Lo cierto es que la gente crítica que me rodea no deja de quejarse. Hay otra gran mayoría que calla, que vive lo que le toca sin rechistar. Probablemente sea más práctico. Pero me resisto a seguir haciéndolo. Creo que tenemos pendientes muchas revoluciones, muchas "destrucciones creativas". Por ejemplo, estas diez:
1. La educativa. Nuestras universidades dan pena. Y lo peor es que nadie se atreve a reformarlas, porque se han convertido en mastodontes que premian más el amiguismo que la eficacia. Mucho me temo que no queda más remedio que cerrarlas y abrir nuevas universidades abiertas y colaborativas. Obviamente, habrá que jubilar a mucha gente.
2. La financiera. Nadie quiere a los bancos. Son entidades que sólo piensan en términos de riesgo y que han ido introduciéndose en sofisticados esquemas artificiales en los que se mezclan paraísos fiscales con derivados y otras gaitas. Lo hemos permitido y ahora tenemos nuestro merecido. El mundo financiero debe humanizarse. La banca 2.0 va precisamente de eso.
3. La Administración pública. Aunque en algunas zonas funciona mejor (por ejemplo, en Euskadi), tener que ir a hacer gestiones con funcionarios es penoso. El trato al usuario (cliente) es generalmente despectivo y la rigurosidad de sus métodos sólo está al alcance de expertos en burocracia, fundamentalmente abogados. Hay que reducir trámites y llegar a un punto en el que la Aministración sea cercana, transparente y colaborativa. Las redes sociales tienen que marcar el funcionamiento de la cosa pública.
4. La relación entre políticos y empresas. La corrupción campa a sus anchas. La financiación ilegal de (todos) los partidos es una vergonzosa realidad. Hay miles de empresas que viven, con total descaro, del erario público. Los concursos públicos están muchas veces dados. Y lo peor es que todos lo sabemos y no nos quejamos, para poder chupar del bote, aunque sea unas migajas.
5. Los enchufes. Resulta que todos sabemos que no es ético y, sin embargo, a la hora de la verdad todos contrataríamos antes a un familiar o amigo. ¿Por qué somos tan contradictorios? Si sabemos que no es lo correcto, ¿por qué no cambiamos?
6. La relación entre medios de comunicación y empresas. Todos los medios tienen padrinos y todos callan cuando les conviene a sus padrinos. Lamentablemente, esto también sucede con muchos blogs. Si queremos que la sociedad sea libre y transparente, necesitamos medios de comunicación limpios y en los que impere la ética por encima de cualquier otra cosa. Los periódicos (y los blogs) deben criticar al poder cuando toque.
7. La sanidad. Da auténtica pena que haya hospitales para pobres y otros para ricos. De ahí que sucedan contradicciones tan grandes como que muchos funcionarios (incluida la familia real) acuden a centros privados. No tiene sentido que convivan una sanidad privada y otra pública y luego critiquemos a los americanos.
8. Los coches en las grandes ciudades. Es un lujo que no nos podemos permitir por mil razones: ecológicas y económicas, fudamentalmente. O se tasan, como en Londres, o se prohíben directamente, salvo en casos de necesidad, claro está.
9. La persecución de la inmigración desde el Tercer Mundo. No puedo entender que, en un mundo en el que todos somos iguales, no haya libertad de movimientos para todas las personas. No es ético. Puede que no nos quede más remedio, sí, pero sobre esto se debería abrir un amplio debate a nivel mundial. No hay que olvidar que está en el origen de que haya armas y guerras.
10. La oscuridad con la que nos gobiernan (administraciones y empresas). Y eso que en esto hemos ganado muchos enteros. Pero nos falta mucho camino por andar en participación y transparencia.
¿En Euskadi la administración funciona mejor? vale, son clientes vuestros, pero dicha afirmación es muy fuerte, antes funcionaba bien, pero cuando llegó Ibarretxe (primero de Viceconsejero de Administración Pública y luego de «kalendari») el desastre ha ido a mayores, prácticamente todo lo que hace termina en juzgados por que se salta las leyes con todo el morro del mundo y encima no para lograr una mayor eficacia sino por un sentimiento anti administración y a favor de un todo privado y en manos de sus amigos.
Además la apuesta por las nuevas tecnologías es patética, sólo de cara a la galería.
¿Los que tienen un coche grande porque son varios componentes familiares, y se van de excursión todos (con equipo incluído) en el coche grande en vez de en dos coches, o al colegio y después al trabajo, en un coche en vez de en dos, también van a tener que pagar una tasa, además de las que ya pagan?. ¿Cómo distingues los que tienen necesidad o de los que no?.
¿Qué pasa con los que tienen coches viejos más contaminantes y menos eficientes?.
@asturios. La Administración vasca no es cliente nuestro. Esto que quede muy claro.
Si has tenido la oportunidad de experimentar cómo funciona la Administración en Madrid y en Bilbao, verás que hay una distancia descomunal.
Perdón, ha sido un cruce de cables con Avanzo (o algo similar), mis disculpas.
En cuanto a lo segundo, yo me refería a la administración general del GV, es cierto que las diputaciones y en especial la de Bizkaia, funcionan o bien o muy bien.
Yo llevo escribiendo mucho tiempo cosas similares. En ocasiones me pregunto si las nuestras no serán voces en el desierto.
Pero luego me animo y pienso en el efecto de la lluvia fina que, poco a poco, va calando; y me animo con post como el tuyo a seguir.
Por cierto, en ocasiones, las corruptelas menores son las que más daño hacen.
Estos días veíamos a miles de personas fustradas por no conseguir una entrada para un concierto que se va a celebrar en Bilbao. Según dos personas conocedoras del tema, la Entidad Publica que patrocina el evento, se ha quedado con una cifra de entradas para repartir entre sus «compromisos» que superan las tres mil. En abril veremos a muchos concejales y cargos intermedios disfrutar del heavy Metal… Espero que lo disfruten tanto como los cientos de ciudadanos compuestos, cabreados y sin poder ver a su grupo.
En realidad en muchas ocasiones no depende de la administración a la que acudamos, sino de la disposición que tenga el funcionario/a de turno.
En cuanto a la administración vasca, en primer lugar hay que tener en cuenta que se aprovecha de un Estado español desigual, donde las diputaciones forales vascas y navarra tienen una serie de ventajas fiscales respecto al resto de España que no es a estas alturas comprensible en un estado de derecho moderno. Para ser territorios más «avanzados» limpiamente, esas provincias tendrían que jugar con las mismas cartas que las demás. Es un tema que muy pocas veces sale a relucir y que muchos españoles desconocen. La Constitución recoge la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley. (También ante las leyes fiscales supongo)
Coincido en que en general, a la administración pública en España , como al país en sí, le faltan un par de buenos herbores modernizadores y justos para todos los ciudadanos por igual.
Muchas veces pienso en qué vuelta más van a tener que dar las sociedades contemporáneas para entender estos principios que son de sentido común. Pero somos animales de costumbre y, lamentablemente, las más de las veces nos acostumbramos a ellos. El tema de la libre circulación de ls personas, por ej., es ya inconcebible, en el Tercer Mundo y en cualquiera. Y no creo q fuera negativo, si existiera: cómo se acomodan las naranjas en un cajón? Solas…
Da gusto encontrarse cada mañana en esta sociedad con algunos posts que verdaderamente aportan algo. Suscribo tu decálogo al 100% 🙂