Me sorprende que no se hable más en España de los lipdubs, esos vídeos musicales realizados por grupos de personas que actúan como si estuvieran cantando (el lip viene de labios en inglés). En Estados Unidos se empezó a hablar de ellos en 2009, especialmente tras la excelente realización de la Boda de JK (aunque técnicamente no es un lipdub, pues los participantes no mueven los labios) y de los universitarios quebequenses del «I gotta a feeling», y este año el fenómeno ha explotado, siguiendo probablemente una evolución muy similar a la de los flashmobs, muy parecidos pero relativamente más espontáneos.

No obstante, en Cataluña tenemos unos cuantos ejemplos bastante buenos de lipudub. Uno de ellos grabado en Vic por 5.771 independentistas que batieron el récord del mundo de esta especialidad. Otros dos han sido grabados por estudiantes, tanto de la Universidad de Vic como de la Pompeu Fabra de Barcelona. Los dos son especialmente buenos y muestran que hoy hay nuevas formas de comunicar que también deben aprenderse.
Sea como fuere, esto es lo que me gusta de este tipo de productos:
– Transmiten positivismo
– Comunican, transmiten un mensaje
– Son ideales para comunicar por Internet, por la sensación de amateurismo y autenticidad que transmiten
– Son audiovisuales, con lo que la comunicación se intensifica
El que no crea que este tipo de vídeos pueden transmitir mensajes, que vea el siguiente vídeo-protesta contra los banqueros (aunque no es exactamente un lipdub, pues los participantes no mueven los labios):

Y éste sigue siendo mi favorito: