La economía capitalista parecía conducirnos hacia una espiral sin fin de acopio de bienes materiales. Un coche de mayor cilindrada sucedía a otro y una casa cada vez más grande sustituía a otra más pequeña. Por no hablar de las colecciones de zapatos, o de discos, libros y cualquier otro bien material que puede llenar o simplemente adornar bibliotecas y armarios.
La economía del conocimiento cambia sustancialmente esta tendencia. No solo porque muchos objetos ya no son físicos (por ejemplo, las canciones) sino también porque resulta mucho más cómodo alquilarlos de una especie de nube de la que nos servimos todos. Por ejemplo, confío en que dentro de no mucho tiempo casi nadie posea un coche y lo que haga sea usar uno cuando lo necesite.
Todo esto genera un cambio de paradigma que está, en parte, detrás de la crisis que padecemos. Lo explicaba genialmente Jordi Soler en un brillante artículo en El País. «La crisis termina con una era centrada en la propiedad y el acopio, obsesionada por comprar pisos y acumular títulos universitarios. Las nuevas tecnologías nos enseñan a vivir en la levedad y el presente», escribía el escritor catalán.
Los medios de comunicación y las discográficas son probablemente los primeros que han peercibido este cambio. Sus productos se han dejado de comprar y han pasado a alquilarse o a financiarse de otra forma completamente distinta. Los músicos viven en gran medida de sus actuaciones en vivo y el futuro de los periodistas está todavía pendiente de definición, aunque ya hay muchos, como mi amigo Nacho Escolar, que se ganan la vida en tertulias.
Alguno me podría responder con el caso de Mark Zuckerberg, que acaba de comprarse una multimillonaria casa en Palo Alto. Es cierto, pero lo llamativo es que no lo hubiera hecho hasta ahora, que uno de los hombres más ricos del mundo no tuviera vivienda en propiedad hasta hace algunos días. El mismo, que viste camisetas y zapatillas deportivas, tal y como le muestra el personaje de la película «La red social» es un vivo ejemplo de que la riqueza cada día consiste menos en acumular bienes materiales. Quizás en esta nueva era lo que toca es ganar fans en Facebook 😉
asdasdfas