Hoy he vivido una experiencia que me ha cautivado: seguir la noche electoral a través de Twitter. Siempre me ha apasionado seguir el recuento y en su tiempo no había otra forma de hacerlo que en la tele o por la radio y comprar al día siguiente el periódico para ver los resultados pueblo por pueblo. Después vino Internet y trajo las webs con todos los datos. Pero hoy he utilizado Twitter y me ha cautivado.

Primero fueron los anticipos de los sondeos, que llegaban vía Jaime Estévez mucho antes del cierre de los colegios electorales. Para las 7 los twiteros sabíamos quién iba a ganar. Pero entonces apareció un twitero que se ha hecho famoso hoy, Marc Vidal, introduciendo datos procedentes de la sede del PP catalán. Ponía en duda los sondeos.

Y luego ya llegaron los datos definitivos, los escaños que subían y bajaban y los comentarios de unos y otros. Algunos, como Netoraton, desde la propia sede socialista. Otros en redacciones de periódicos o, como yo, en mi casa. Los había de prácticamente todos los partidos y de todos los puntos de España. Y todos hemos seguido la noche electoral compartiendo datos e impresiones. Para mí ha sido una experiencia fantástica. Ahora mismo estoy agotadísimo. ¡Lo he vivido a fondo!